Voces destacadas del sector inmobiliario del panorama autonómico y del estatal se dieron este miércoles cita en el Castell Hotel de Son Vida en una nueva edición de Mallorca Real Estate Summit, un espacio de debate organizado por El Económico y Borbalán que este año cumple su tercer aniversario.
La jornada, que presentó Paula Serra, editora de El Económico, se inició con las ponencias de Judit Montoriol (CaixaBank Research) y Jordi Castiñeira (KPMG España), que dibujaron un bosquejo de la situación y los retos actuales del sector con los condicionantes económicos globales como telón de fondo. Así, Montoriol apuntó que 2024 ha empezado con «la misma tendencia a la mejora» con la que acabó el año pasado, con EEUU a la cabeza del crecimiento económico global y España en un lugar destacado entre las economías del entorno europeo, gracias en gran parte, al buen comportamiento del mercado laboral y de la locomotora turística. «Nos encontramos en medio de un proceso ya desinflacionista en el que las dinámicas son positivas», explicó para añadir que el BCE podría bajar los tipos de interés el próximo junio.
En lo tocante estrictamente a la vivienda, Montoriol se refirió al «enfriamiento contenido de la demanda» que se ha producido tras un 2022 explosivo y a la espiral alcista de los precios en Baleares, algo para lo que no se atisba freno a corto o medio plazo. «El precio de la vivienda seguirá creciendo de forma sostenida a lo largo de los próximos años».
Castiñeira, por su parte, hizo hincapié en los principales retos que afronta el sector en el futuro más inmediato: captación y retención del talento en obra, capacidad de innovación, capacidad de financiación y adaptación a la demanda y nuevos modos de consumo. En lo tocante a la mano de obra, concretamente, se refirió a la falta de relevo generacional en determinados perfiles. «En 2007 la media de edad de los albañiles era de 39,9 años; hoy es de 48,1».
Un dato que liga con la reflexión de Enrique López (Caledonian), que disertó bajo el título Premium & Branded. «Los entarimadores con los que trabajaba en el 94 son los mismos de hoy: no hay relevo generacional».
Por otra parte, López ahondó en la cuestión de las construcciones de lujo puntualizando que «hay que diferenciar el lujo sofisticado, como excelencia, del lujo identificado con lo excesivo, lo hortera...». Asimismo, afirmó que los planes de Caledonian (empresa dedicada a los proyectos singulares y de alta gama) pasan por construir «en breve» en Mallorca, un lugar en el que no lo ha hecho nunca y que aúna condiciones excepcionales para este perfil de edificaciones.
El sector de lujo continuó siendo el tema central en la presentación El universo premium en Baleares, que se encargaron de abrir José Antonio Muro y Luis Díaz, director general de Tecnitasa y delegado y responsable del área Lujo de dicha empresa en Baleares, respectivamente. «El inversor percibe un recorrido muy grande todavía», señaló Muro para añadir que los inversores en el sector de lujo «nos comparan con Londres, París o Nueva York». En similares términos se expresó Díaz al destacar que «hay una gran demanda para vivir en el paraíso». Así, precisó que el futuro del lujo «está en el campo» y vaticinó que las Islas están abocadas a acabar como un refugio bucólico para los superricos de todo el mundo: «Queramos o no queramos, Mallorca va a ser el próximo Saint-Tropez».
Susana Campuzano, de Luxury Advise, cerró la sección con una reflexión sobre el impacto de la revolución tecnológica y la IA sobre el mercado del lujo, así como la evolución del concepto o su complejidad multigeneracional: «En el año 2030 la generación Z, la generación Alfa y los milenials supondrán el 80 % del mercado».