«Lo están haciendo mucho mejor que nosotros. Ven la salud mental menos estigmatizada, como algo de lo que hay que hablar y no callarse. Ven su sufrimiento como un sufrimiento igual que si te rompes un brazo». El coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau, aplaude el comportamiento de jóvenes y adolescentes: una generación más consciente y responsable a la hora de pedir ayuda y asumir que no está bien y que, a la vez, afronta un mundo más complicado e inseguro. Lafau será uno de los participantes en la segunda jornada del ‘Ciclo Jóvenes. Los desafíos de la transformación social' que organiza Ultima Hora junto con la colaboración de Fundación La Caixa. El evento se celebrará el jueves 14, a las 19.00 horas en el CaixaForum y tendrá como plato principal la intervención de Montserrat Dolz, jefa del Área de Salud Mental Infantil y Juvenil del Hospital Sant Joan de Déu - Barcelona.
Además de Lafau, en la mesa redonda estarán Aina Amengual, directora del Institut per a la Convicència i l'Èxit Escolar, y Llorenç Huguet, catedrático en Ciencias de la Computación e IA de la UIB. Amengual explica que los centros escolares de Baleares han tenido en los últimos años un «aumento exponencial» de casos por riesgo autolítico y otras consultas relacionadas con la salud mental. «En los centros tenemos un servicio de orientación para tratar estos temas con los alumnos. Son demandas de ayuda, son niños o niñas que tienen un malestar psicológico y no saben cómo salir de ahí por ellos mismos. Entonces se activa el protocolo», explica.
Amengual y Lafau coinciden en que hay un motivo doble para ese aumento de las intervenciones: una mayor concienciación y factores externos. «A partir de la pandemia hay una mayor concienciación social y lo miramos con más atención y profundidad. El profesorado tiene formación y está sensiblizado para actuar ante la más mínima sospecha y tiene habilidades de escucha. Pero estamos en un mundo cambiante, inseguro y violento y todo lo que está en la sociedad influye en los jóvenes, son muy sensibles a estos estresores ambientales», suma Amengual.
Lafau reflexiona: «Nos metemos demasiado con los chavales y lo están haciendo bien. Estamos en una sociedad de mierda, en la que lo virtual ha tomado más fuerza que lo real. No nos permite vivir la vida plenamente, es una sociedad muy castradora:si no eres bueno, no eres nada. O eres maravilloso o eres un mediocre y eso nos lo dicen mucho los jóvenes».
Otro de los factores es lo virtual. «El tema de las pantallas no ayuda. Pasan mucho tiempo conectados y desconectados del mundo, de tener relaciones con sus iguales o sus familiares y eso es un factor protector. Es un tema serio y es como una epidemia para la que necesitamos una respuesta colectiva», dice Amengual. En esa línea, Huguet reflexionará el jueves sobre lo que puede aportar la ciberseguridad: «Las redes hacen mucho daño por riesgos como el sexting, el grooming, la iniciación al juego online o el porno. Los jóvenes tienen que tener atención de las familias porque ahora mismo es peligroso manejarse en internet». Apela a la «importancia de poner límites» y recomienda «en lugar de demonizar la tecnología hay que intentar normalizarla y existen herramientas».
Amengual también habla del papel de las familias: «Deberíamos pasar más tiempo con nuestros hijos, evitar las pantallas cuando hacemos una actividad conjunta, prestarnos atención». No siempre es fácil, explica Lafau: «El lugar más seguro para un adolescente es el de los amigos porque es un momento de rechazo a la familia. Por eso tenemos que ir donde están ellos, los grupos de ocio, clubes de deporte. Tenemos que desarrollar redes donde se mueven».