Las gigantescas pantallas de Times Square de Nueva York, por donde cada día pasan 330.000 personas, proyectaron las 24 horas del lunes una fotografía gigante de un molino de Mallorca. Bajo el título Pasión por el patrimonio, el fotógrafo y arquitecto Lluís Bort consiguió llevar hasta uno de los puntos más famosos y emblemáticos de EEUU su empeño por proteger estos elementos tan característicos, y cada vez más deteriorados, del paisaje mallorquín.
Un QR gigante, con el nombre de la Santana Art Gallery, con sede en Manhattan y Madrid, y que junto a la Galeria Oriente & Occidente de Valencia, organizaron esta exhibición, permitió que cualquier transeúnte pudiera acceder para ver la serie fotográfica de Bort, que también está expuesta en La Misericòrdia de Palma hasta el 30 de marzo. La muestra en la ciudad norteamericana forma parte de la exhibición Art Of Spain in New York, en la que han participado 14 artistas internacionales que tienen sus obras en el país. Bort fue uno de los seleccionados que fueron escogidos para la exposición.
«Todo esto ha sido una gran inyección de energía para seguir luchando por la defensa del valor patrimonial que tienen los molinos de Mallorca y concienciar a la población sobre la importancia que tienen antes de que acaben desapareciendo y perdamos esta identidad única en el mundo», asegura el autor de las fotografías, que asegura haber recibido muchos mensajes y felicitaciones de gente de diversas partes del mundo que ni conocía. «La repercusión ha sido muy grande a nivel nacional porque ha salido en varios medios de la Península», añade.
Bort, nacido en Valencia, pero se estableció en Mallorca hace años, espera que este trabajo fotográfico y su anterior Visió d'un foraster, también sobre molinos de la Isla, «sirva para dar a conocer a sus propietarios que disponen de ayudas autonómicas y europeas para rehabilitarlos». «La mayoría no tienen capacidad económica para recuperar estas grandes estructuras, pero existen estas subvenciones, como los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), que permiten conservar este patrimonio», afirma el autor. «Si olvidamos esta herencia acabaremos sin saber de dónde venimos», señala.
Una pasión infantil
La vida de Lluís Bort siempre ha estado ligada a la fotografía porque en su casa siempre ha habido mucha afición y él se pasaba las tardes encerrado en el laboratorio de revelado de blanco y negro, bajo la luz roja y el olor a reactivos, ayudando con todo lo que le dejaban. Actualmente, el autor valenciano imparte Cursos de Fotografía de Arquitectura y Paisaje en el Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears.