La maternidad y el reparto desigual de las tareas de cuidados a familiares lastran la carrera profesional de las mujeres en un mercado laboral balear que continúa sesgado por razones de género pese a registrar el máximo histórico de mujeres asalariadas con una media anual de 248.600.
Si bien la reforma laboral aprobada en 2021 ha enriquecido la calidad del empleo, con una mayor estabilidad y una menor rotación laboral, lo cierto es que las mujeres sufren una menor inserción laboral y de inferior duración, además de más parcialidad, como consecuencia de su adscripción a los cuidados, según el ‘Informe de desigualdades y brechas de género de las mujeres en Illes Balears' que ha presentado este martes el sindicato Comisiones Obreras Illes Balears (CCOO).
Por eso, la central sindical reclama un pacto estatal que potencie un sistema integral de cuidados de infancia, dependencia y discapacidad profesionales y financiados con presupuestos públicos que, además, fomente la corresponsabilidad y la flexibilidad en la ordenación del tiempo de trabajo.
El informe de CCOO Illes Balears recoge algunos datos que dejan patente la feminización de los cuidados: los hombres les dedican 28 horas semanales por las 43 horas de las mujeres, según el Observatorio Social de la Caixa. Un dato que reafirma una reciente encuesta del CIS en la que el 72'5 % de las mujeres afirman que lo tienen peor a la hora de conciliar la vida familiar y laboral y un 59,9 % de los hombre afirma que son ellas las perjudicadas a la hora de compaginar ambas actividades.
La feminización de los cuidados se observa también en las excedencias: de las 1.311 solicitadas para el cuidado de hijos o familiares en Baleares durante 2022, el 82 por ciento (1.075) fueron solicitadas por mujeres.
El informe destaca que la equiparación de los permisos parentales ha sido fundamental para fomentar la conciliación y la corresponsabilidad. No obstante, la brecha de cuidados se ensancha tras el período de 16 semanas de permiso: tras la plena incorporación al trabajo, un 36% de mujeres afirma que ha solicitado o va a solicitar una reducción de jornada, frente al 12,5 % de hombres.
Y es que la feminización de los cuidados sigue lastrando las condiciones laborales de las mujeres, su inserción laboral y la calidad de sus ocupaciones. Así lo refleja la brecha existente en la tasa de empleo en el grupo de edad de 35 a 44 años, que se ensancha este año hasta llegar a los 10,1 puntos. Además, la formación no consigue evitar las discriminaciones salariales y deja de ser un factor determinante en la inserción y progresión profesional. Tanto la tasa de actividad como la tasa de empleo no progresan en los grupos de mujeres con estudios superiores.
Por otro lado, el informe señala que las mujeres tienen mayor presencia en aquellos sectores de actividad con menores ganancias medias: 78 de cada 100 mujeres trabajan en los sectores de hostelería y servicios. Los salarios de las mujeres deberían aumentar un 15% para igualarse al de los hombres.
Esta discriminación por razón de sexo repercute directamente sobre las pensiones. Así, la pensión media de jubilación de las mujeres es 284 euros inferior a la de los hombres, mientras que la de incapacidad permanente es de 84 euros menos.
La secretaria de Políticas Pública y Salud Laboral de CCOO Balears, Eva Cerdeiriña, y su homóloga de Empleo y Política sectorial, Mariàngels Aguiló, coincidieron en señalar que el informe, elaborado a partir de datos publicados por el Ibestat y eSTASDISS del 2023, pone de relieve que «las discriminaciones por sexo en el ámbito laboral son más presentes en las mujeres en edades comprendidas entre los 35 y 44 años y que además la formación no consigue mejorar la inserción ni evitar las diferencias salariales. La dedicación a los cuidados sigue siendo un factor determinante para la situación de la mujer en el entorno laboral».