Antonio de Lacy reúne una inmensa experiencia y prestigio como cirujano y es todo un referente mundial en la cirugía gastrointestinal y en la llamada cirugía mínimamente invasiva robotizada. Tras décadas en el Hospital Clínic de Barcelona, desde hace un tiempo mantiene consulta y actividad en la Clínica Rotger Quirónsalud, de Palma, donde no puede ocultar que se encuentra muy a gusto.
Mantiene su relación con la Clínica Rotger a través del Instituto Quirúrgico Lacy, IQL. ¿Cómo se concreta esta vinculación?
Cuando hace unos 14 ó 15 años se abrió la nueva Clínica Quirón en Barcelona, me llamaron para crear el servicio de cirugía. Tras un tiempo, se estableció que el contrato que mantiene Quirón conmigo se articulara a través de IQL. Somos un grupo de cirujanos y de otros especialistas y profesionales sanitarios que va creciendo con los años. Empezamos cuatro cirujanos y ahora ya somos más de 20. También trabajamos con un nuevo hospital en Badalona. Hace unos años, empecé a trabajar con la Clínica Rotger como Antonio de Lacy, pero ahora se ha establecido la relación profesional a través de IQL, un instituto que, no sé si por canas o por edad, lidero yo. A medida que nuestra actividad en la Clínica Rotger ha ido aumentando, hemos formado personal y hemos impulsado la incorporación de tecnología.
¿En cuántos centros hospitalarios está trabajando IQL?
En estos momentos trabajamos en el Rúber Internacional de Madrid, en el Hospital Quirónsalud de Barcelona, en el Hospital Quirónsalud de Badalona y aquí en la Clínica Rotger Quirónsalud.
¿Y hay camino por recorrer? ¿IQL puede expandirse más o llega un momento en que es mejor parar y consolidarse?
Hay alguna idea más, pero creo que es el momento de consolidarse. Personalmente, como mallorquín, -me fui de la Isla muy joven-, estoy especialmente interesado en consolidar nuestra actividad aquí. Tengo que decir que, siendo todo mejorable, las instalaciones que tiene la Clínica Rotger en estos momentos en urgencias, cuidados intensivos, enfermería, anestesiología, habitaciones, diagnóstico por la imagen u otras especialidades son muy buenas. Si centralizas todo esto es un recinto tan importante como es un quirófano, puedo decir que aquí lo tenemos absolutamente todo y lo más avanzado y puntero en tecnología. Muchos de los procedimientos que en ocasiones obligaban a un traslado del paciente, ahora ya no son necesarios. Nuestra exigencia como IQL está perfectamente en consonancia con la de la Clínica Rotger. Personalmente, soy patológicamente exigente y la verdad es que estoy muy cómodo trabajando aquí, al igual que todo mi equipo, que se siente muy feliz. Un buen ambiente se refleja en los resultados.
En la adquisición del robot Da Vinci Xi para la Clínica Rotger, ¿cuál fue el procedimiento?
La incorporación del Da Vinci es un hecho muy llamativo, pero realmente es el broche que cierra y completa la actividad del quirófano. En un momento determinado, hablo con Rosa Regi y con Fernando Rotger, como responsables de la clínica, y con Víctor Ribot, como gerente, y les comento la conveniencia de la incorporación del Da Vinci, y se consigue con cierta facilidad porque lo tuvieron claro desde el principio. Cuando la familia Rotger cree en una idea, la lleva a cabo, y eso es un modelo imitado por otros. Así ha ocurrido en la sanidad privada de Baleares con la adquisición del Da Vinci. En este sentido, la familia Rotger imprime carácter y por ello estoy muy satisfecho con las alianzas entre IQL y la clínica, con la idea de reforzar aún más los lazos entre ambos. Pero no se trata de centrarse en el Da Vinci, pues es un elemento más en un servicio de calidad y altas prestaciones. Lo importante es que la Clínica Rotger hace suya la visión de la innovación que tiene IQL y actúa en consecuencia. El equipamiento y el personal del quirófano de la Clínica Rotger no tienen nada que envidiar al Hospital Karolinska, de Suecia, considerado uno de los tres mejores de Europa, ni a ningún quirófano que yo conozca, y conozco unos cuantos, en Estados Unidos, Singapur o Corea del Sur.
Siempre se dice que los médicos, todos o casi todos, tienen la vocación desde niños. ¿Es su caso?
Muchos niños dicen que quieren ser médicos, pero muy pocos dicen que quiere ser cirujanos, y yo ya lo decía cuando tenía 7 u 8 años. Mi hijo es cirujano en el IQL, pero, claro, de pequeño vio a su madre que era ginecóloga y a su padre que era también cirujano. En mi caso, sólo un hermano de mi padre tenía relación con el mundo de la sanidad, pero la verdad es que le veía muy poco. Lo tuve claro desde niño y llevo más de 40 años ejerciendo.
Y con una trayectoria tan larga, ¿llega el momento en que uno piensa en la jubilación?Cuando me hacen esta pregunta, siempre digo que Alfred Hitchcock rodó Los pájaros con cierta edad, pero, en cualquier caso, para mí es una suerte tener dos hijos que, si en algún momento empiezo a hacer tonterías, me lo dirán. De todos modos, de un tiempo a esta parte, dedico mucho tiempo a la educación en sanidad a través de la plataforma AIS. Todo lo que he aprendido ha sido a costa de una barbaridad de horas y, en ocasiones, de un cierto abandono de mi familia por el trabajo. Creo que hay que buscar métodos para que en el aprendizaje no sean necesarias tantas horas ni tantos viajes. Por ello creé AIS, que es actualmente la plataforma de educación más potente que hay en el mundo de la cirugía, con presencia en 183 países más China, pues ahí hemos tenido que implantarnos de manera diferente. Tenemos más de un millón y medio de inscritos. En AIS, cada vez que se aborda una temática, la conocen como mínimo 30.000 personas de manera gratuita, de tal manera que un joven cirujano puede estar sentado virtualmente con un premio Nobel. Contestando más concretamente a su pregunta, seguiré trabajando si hago algo útil, evitando cometer errores. Creo que física y mentalmente estoy en perfectas condiciones para enseñar y apoyar a la gente joven, y una ventaja de la edad es que tienes una agenda muy completa, con contactos de personas que te pueden ayudar.
¿La cirugía poco incisiva siempre es mejor?
El organismo siempre reacciona de alguna forma a un puñetazo, una incisión hecha por un cirujano, una infección o un tumor. La reacción siempre es una inflamación. En la cirugía digestiva, los mecanismos que se ponen en marcha ante la agresión que produce el cirujano en una intervención son en un 60-70 % para curar las cicatrices abdominales. La cirugía poco invasiva evita la inflamación en la pared abdominal y, al mismo tiempo, obtienes una visión amplificada por la laparoscopia, con una imagen multiplicada por cuatro, o con la robótica, multiplicada por cinco o seis. Integré un grupo que demostró que la laparoscopia obtenía mejores resultados que la cirugía abierta en el cáncer de colon. Fue un hito importante, pues los pacientes presentaban mayor supervivencia. Además, con la cirugía mínimamente invasiva, hemos pasado de pacientes que han estado ingresado siete días a dar de alta en seis horas.
Iba a decir que la cirugía con robots es el futuro, pero ya está aquí. ¿Cómo será, realmente, el futuro de la robótica en cirugía?
La tendencia es llegar a un nivel totalmente autónomo del robot, pero creo que, en los próximos 50 años, no se alcanzará. Lo que veo es la aplicación de la Inteligencia Artificial para crear un paciente virtual con una enfermedad virtual que podrás operar y ver y comprobar los posibles problemas. Al mismo tiempo, al manejar el robot, éste detectará si eres un gran experto, un experto medio o un principiante, y en función de ello se implicará más o menos en la intervención. Me gustaría vivir todo eso, porque realmente será apasionante.
¿Pero hasta qué punto el robot será autónomo?
El robot no come ni tiene necesidades fisiológicas ni precisa descansar. El robot, como el Da Vinci Xi, es un manipulador. Es decir, nosotros hacemos un movimiento y él lo reproduce, pero no toma ninguna decisión.
¿Y llegaremos a tener un gemelo virtual como pacientes?
Sí. Ya se están haciendo gemelos virtuales para determinados tratamientos, conocer las posibles complicaciones que pueden ocurrir y realizar pruebas, pero pienso que también tendremos avatares para hacernos compañía. El mundo está lleno de gente muy sola. Otra cuestión es la medicina personalizada, en el sentido de tratamientos alejados de los estándares y teniendo en cuenta las diferentes reacciones en cada paciente.
Siempre se ha dicho que la ciencia y la investigación avanzan muy rápido. Que esos avances se den en la medicina, supone un gran beneficio para la Humanidad, ¿no?
La investigación y la innovación iban por separado hasta que se descubrió el genoma humano, antes de lo previsto. ¿Fue porque alguien fue más listo? No. Fue porque el ordenador fue más rápido. Por primera vez se juntaron innovación e investigación. Precisamente, la colaboración entre Clínica Rotger e IQL sirve para crear innovación en el marco de la investigación médica. Siendo así, mi visión es optimista, con una medicina y una atención universal, para todo el mundo.
¿Qué hace fuera del trabajo?
Mi hobby es la cirugía. Es terrible, pero para mi trabajo es importante estar físicamente bien, por lo que procuro hacer deporte. Empecé de pequeño con el tenis, pero lo he evolucionado hacia el pádel y voy al gimnasio al menos tres veces por semana. Lo único que hace olvidarme de que soy cirujano es el mar, donde puedo sentirme la persona más feliz del mundo.