La inflación ha hecho mella en los hogares españoles y ha dejado a Baleares relativamente a salvo de lo peor del temporal. Eso es el menos lo que se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este lunes. Los datos evidencian el paso atrás a nivel estatal en materia de igualdad y justicia social en 2023, con unos niveles de pobreza por encima de los de 2019; el Archipiélago, por su parte, ha podido contener el golpe.
Así, el 20,6 % de la población balear está en riesgo de pobreza o exclusión social según la tasa Arope, un porcentaje que, aunque preocupante y mayor que en 2019 (16,5 %), ha descendido casi un punto con respecto a 2022. Asimismo, la renta media por hogar pasó de 32.404 euros ese año a 36.904 euros en 2023.
Por otro lado, el segmento de la encuesta centrado en las dificultades económicas de los hogares refleja que las estrecheces de los baleares son ligeramente menos agobiantes que las del conjunto del Estado.
Así, las Islas aglutinan unos porcentajes por debajo de la media estatal en cuanto a personas que no pueden viajar de vacaciones y dormir fuera de casa al menos una semana al año (30,4 %, casi tres puntos menos que en España); personas que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (36,3 %, casi un punto menos); o que tienen mucha dificultad para llegar a fin de mes (5,2 %, cuatro puntos menos).
Por contra, donde los hogares baleares parecen pasar más penurias es con los pagos relacionados con la vivienda. O al menos este es el apartado en el que exhiben peores porcentajes que la media estatal. Así, mientras que el 13,6 % de los españoles sufre retrasos en pagos relacionados con la vivienda principal (sea hipoteca o alquiler), esa tasa se eleva al 15,8 % en el caso del archipiélago balear.
Los salarios en banca
La cuestión salarial volvió a ser ayer motivo de parones laborales en toda España. En este caso, en el sector de la banca, una huelga de dos horas -entre las ocho y las diez de la mañana- que en el caso de Balears aglutinó un seguimiento calificado de «masivo» por los sindicatos y que se situó en torno al 85 %.
Esos son los cálculos de los sindicatos CCOO y UGT y de organizaciones mayoritarias en entidades como CaixaBank -SIB y UOB- o en Banca March -Sabei-CGT-. Estos se congratularon del seguimiento alcanzado, motivado por una «presión comercial desmedida» que se traduce en unos beneficios patronales sin repercusión de los salarios de los trabajadores. Concretamente, estiman que los empleados han perdido un 20 % de poder adquisitivo en los últimos diez años, algo de lo que responsabilizan al «inmovilismo» de la patronal bancaria, AEB, en la mesa de negociación del convenio colectivo.