La Semana Santa llega temprano este año, del 24 al 31 de marzo. Los hoteles con sus puertas abiertas para entonces tratarán de acercarse lo máximo al lleno en ocupación y amasar botín suficiente para afrontar el inevitable bajón de abril, el clásico momento valle de la temporada cuando el calendario marca pautas como las de este año para el sector turístico.
Así, las previsiones dibujan un panorama no muy diferente a la Pascua del año pasado -pese a que entonces cayó en abril-, por lo que se esperan unos resultados bastante positivos, al menos en Mallorca. Por otro lado, se confía en que el parón postvacacional se vea suavizado gracias al auge de las reservas de última hora y a las agradables temperaturas que habrá para abril.
Aunque la apertura de la planta hotelera de la isla variará bastante en función de las diferentes zonas, el porcentaje global se aproximará al 70 %, según datos recogidos desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM).
Entre las zonas con más actividad destaca Platja de Palma, que alcanzará hasta un 75 % de su planta hotelera abierta y que maneja unas previsiones de ocupación como mínimo similares a las de la temporada pasada, con un porcentaje cercano al 80 %.
Las aspiraciones son un poco más modestas en la zona norte y en el Migjorn, algo que no deja de ser normal para estas alturas de la temporada. Desde la Asociación Hotelera de Alcúdia y Can Picafort estiman una apertura del 60 % para el primer núcleo y del 45 % para el segundo, mientras que desde la Asociación Hotelera de Cala d'Or apuntan también un 45 %.
Así, desde Alcúdia y Cala Millor explican que «la apertura anticipada de esta temporada se debe a las fechas de Semana Santa, que coincide con el periodo vacacional de nuestros mercados emisores, la estabilidad recuperada en el producto de cicloturismo y las buenas condiciones climatológicas de este invierno».
Asimismo, añaden que las perspectivas para el conjunto de la temporada de 2024 «son buenas en todos los mercados emisores». Destacan un ligero incremento detectado en el mercado francés que achacan, entre otros factores, a las conexiones con el sur de Francia a cargo de Corsica Ferries (Toulon y Sète).
Por otra parte, desde la asociación de Cala d'Or, alertan de que después de las vacaciones de Pascua «habrá una pequeña bajada» que hará que los resultados de abril vayan un poco por debajo de los de 2023. No obstante, más allá de ese horizonte las expectativas perfilan un balances globales «un poco por encima» del año pasado. Así, y si bien las reservas de Semana Santa son parecidas a las un año atrás, las de la temporada alta superarán un año, el pasado, que ya fue de récord histórico.
Por su parte, desde la zona del Llevant (Cala Millor, Sa Coma, Cala Bona...), grandes cadenas señalan que las plazas vendidas para Pascua rondan el 60 % de las disponibles, seis puntos por debajo del año debajo. No obstante, creen que se alcanzará un lleno prácticamente absoluto de aquí a entonces (un 96 % en 2023). Con los alemanes encabezando las listas de reservas, de cara al mes de abril, las plazas ya cerradas van un 5,5 % por debajo de hace un año, por lo que «esperamos un bajón» que, sin embargo, «será bastante suave y corto».
Desde la Asociación de Agencias de Viajes de Balears (AVIBA), su presidente, Pedro Fiol, afirma que los hoteles que han decidido abrir de cara a este periodo vacacional lo han hecho en base a una sólida demanda que empezó a activarse ya en diciembre. «No se está abriendo a capricho: muchos hoteles tienen previsiones de un 90 % de ocupación», explica Fiol para añadir que, si bien la composición de los perfiles turísticos de esta época sigue basándose en gran medida en la oferta deportiva, las buenas temperaturas están deparando un mayor número de reservas por parte de familias.