La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha realizado un estudio de mejora de los cultivos de Cannabis sativa con finalidades medicinales. Concretamente, se ha investigado la producción de cannabis de alta calidad mediante la concentración elevada de dióxido de carbono (CO2). El proyecto se ha llevado a cabo en el marco de un acuerdo de colaboración con la empresa Bio Island XXI SL y es el primero autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en Baleares para cultivar cannabis con finalidades de investigación científica.
El estudio ha sido presentado este miércoles por Jeroni Galmés, catedrático de Fisiología Vegetal, quien ha liderado el proyecto; Miquel Galmés, administrador de Bio Island XX SL; Manuel Miró, catedrático de Química Analítica; y Francisco Antonio Casado, profesor de Química Analítica.
La investigación evalúa el potencial productivo de dos variedades mejoradas genéticamente de cannabis y cultivadas en el invernadero de bioseguridad de la UIB en condiciones óptimas de calor, luz y fertilización mineral en función de las necesidades específicas de estas variedades.
Los resultados preliminares indican que las plantas de cannabis presentan una alta capacidad de aclimatación fotosintética a la alta presencia de CO2, pues activan procesos fisiológicos y metabólicos que conducen a una elevada eficiencia en el uso del agua y los nutrientes. Estos resultados también servirán para comprender cómo las plantas en general responderán a elevadas concentraciones de CO2 en un futuro próximo.
Según explicó Miquel Galmés, de Bio Island XXI, «productos elaborados con cannabis con finalidades medicinales sólo se están aplicando actualmente en España para la esclerosis múltiple y la epilepsia infantil, evidentemente con prescripción facultativa. Más adelante tramitaremos la licencia de producción de cannabis para poder exportarlo como materia prima a laboratorios y, a largo plazo, la idea es poner en marcha ensayos clínicos».