Andrea tenía este martes un vuelo de Palma a Jerez con Vueling. El día anterior, haciendo el 'check in' con el móvil en la aplicación de la aerolínea, se sorprendió al ver la opción del reconocimiento facial voluntario que le salió en pantalla. Aceptó y completó los pasos solicitados para registrarse en el sistema biométrico: escanear su DNI, acercarlo al móvil para una lectura del chip y hacerse un 'selfie'.
El minuto y medio empleado en el proceso ha permitido a Andrea realizar todo el recorrido en el aeropuerto de Palma «por la cara». Desde el control de seguridad al asiento del avión que debía llevarla a Jerez, Andrea no ha tenido que mostrar la documentación ni la tarjeta de embarque. Unos segundos mirando de frente a sendas pantallas colocadas en el control de seguridad y en el de embarque le han bastado para franquearlos.
Vueling es la primera compañía en desplegar el reconocimiento biométrico voluntario en los aeropuertos de Palma, Menorca e Ibiza, además del Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y el Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En las próximas semanas lo hará también en los aeropuertos de Tenerife Norte y Gran Canaria, aunque la intención de la aerolínea es implantarlo en todos los aeropuertos de la red pública española antes de extenderlo a Europa.
La compañía del grupo IAG se ha adelantado a compañías como Iberia, Air Europa y Binter, que también están trabajando en la implantación del reconocimiento facial voluntario, un sistema extendido sobre todo en Estados Unidos, pero no tanto en Europa .
La infraestructura la pone AENA, que es quien gestiona los datos biométricos, y cada aerolínea lo aplica en su sistema. De momento, en el aeropuerto de Palma hay cuatro puertas de embarque habilitadas con la infraestructura de reconocimiento biométrico, y dos puertas en cada uno de los aeropuertos de Ibiza y Menorca. La intención es ampliarlas.
Para Javier Álvarez, director de tecnología de Vueling: «El objetivo del reconocimiento facial voluntario no es tanto que el proceso del viaje sea más rápido sino que sea más sencillo, y que nuestros clientes no tengan que estresarse teniendo que imprimir un papel o enseñar la documentación y la tarjeta de embarque».
El nuevo sistema superó una prueba piloto que Vueling realizó hace dos años en la ruta Barcelona-Málaga y se está implantando desde el pasado mes de noviembre. Aunque la compañía no dispone de datos sobre el porcentaje de usuarios que ya están utilizando el reconocimiento facial voluntario, Álvarez asegura que ha sido muy elogiado por los clientes que lo han adoptado «porque les ha hecho el viaje más fácil».
Desde Vueling consideran que en unos tres años, los clientes utilizarán el reconocimiento biométrico como una forma natural del proceso de viaje, como ha pasado con el ‘checking on line' que te permite llevar el QR en el móvil.
Información de servicio: no se dejen el billete ni el DNI en casa cuando tengan que volar. El reconocimiento facial no los sustituye, aunque haga más cómodo el viaje.