La Direcció General de Mobilitat ha adjudicado las 75 nuevas autorizaciones estacionales de vehículos de turismo de conductor (VTC) para reforzar el servicio de transporte en la isla de Mallorca durante el periodo de mayor demanda. Los adjudicatarios podrán operar del 1 de mayo al 31 de octubre. Y deberán hacerlo sin interrupciones de más de 15 días, en caso contrario perderían la autorización en favor del siguiente aspirante de la lista.
De las 228 solicitudes recibidas, un total de 119 recibieron la máxima puntuación posible en base a criterios que primaban la movilidad sostenible (vehículos eléctricos o híbridos con clasificación de cero emisiones y ECO y una antigüedad menor de un año, por ejemplo, recibían la máxima puntuación).
Este servicio de refuerzo se estableció en 2019 con la concesión de 25 autorizaciones temporales y, tras el lapso de la pandemia, se recuperó el año pasado con 50 permisos. La creciente demanda a consecuencia, sobre todo, del paulatino aumento de los turistas que llegan a la isla ha motivado que se decida ampliar un 50 % el número de plazas de cara a la próxima temporada alta.
Esta nueva convocatoria, se informó ayer desde Mobilitat, se complementa con «las modificaciones normativas que se han introducido en la nueva ley relativa a sector del taxi y las VTC.
Asimismo, se subraya que dicha normativa pretende evitar «un alud de nuevas licencia de este tipo de vehículos en Baleares», ya que en 2023 se recibieron más de 10.000 solicitudes a raíz de las últimas sentencias judiciales.
Por otro lado, entre los adjudicatarios de las autorizaciones se encuentran los principales proveedores de Uber: Moove Cars, que ha visto aceptadas sus seis solicitudes, y Ares Capital, que ha logrado tres de los cuatro permisos solicitados. Ambas empresas pertenecen al mismo fondo matriz y, de hecho, la primera es quien aporta a Uber la mayor parte de vehículos de su flota.
De este modo, la empresa estadounidense podría ampliar su flota operativa en Mallorca de cara a esta temporada alta. Uber desembarcó en la isla el año pasado con una flota de unos 60 vehículos que posteriormente amplió sumando un número indeterminado de coches. La firma alega criterios de competencia empresarial para mantener en secreto el número real de sus vehículos activos en Baleares.