La red de centros de acogida residencial de menores del IMAS está a punto de llegar al máximo de su capacidad tras la última llegada de doce menores migrantes no acompañados (MENA) a Mallorca. Ante la falta de instalaciones, el Consell ha habilitado la octava planta de la residencia de ancianos La Bonanova, ya que hasta ahora estaba fuera de servicio pendiente de reformar con Fondos Europeos.
El IMAS cuenta con 130 niños y niñas inmigrantes en estos momentos en los servicios de acogida. A pesar de que estos últimos doce menores no irán, por ahora, a La Bonanova, este nuevo espacio será clave ante la previsión de más llegadas en pateras en los próximos días, según ha destacado en la mañana de este miércoles el presidente del IMAS, Guillermo Sánchez, en declaraciones a COPE.
La llegada de menores migrantes en los últimos años a Baleares ha puesto en jaque el servicio de las instituciones. Según ha apuntado Guillermo Sánchez, entre los años 2018 y 2020, llegaban al año cerca de 40 menas, pero las cifras aumentaron a 112 entre 2021 y 2022. El año pasado, entraron 180 menores, la cifra más alta.
«Solo en este enero de 2024 llegaron 24 menores, así que se espera una previsión de llegadas importantes. Actualmente, tenemos 130 menas tutelados por el IMAS y las últimas entradas hizo que el servicio especializado llegara a máximos. Por eso, ahora tenemos que ser previsores», ha apuntado Sánchez. El IMAS cuenta con 130 plazas distribuidas entre los municipios de la Isla. Se reparten en grupos de máximo ocho niños y niñas.
Guillermo Sánchez ha reconocido que en junio de 2023 «ya vimos la necesidad de incrementar las plazas». Así, se comunicó al Gobierno central que era fundamental ampliar la red asistencial de menores y desde entonces, el Consell ya ha puesto en marcha 68 plazas «y aumentarán más», ha reconocido.
El perfil de los MENA
La media de edad de los MENA que llegan a Baleares se sitúa entre los 14 y 17 años. La mayoría son argelinos aunque también hay subsaharianos y de otras nacionalidades. Hay que tener en cuenta que algunos se encuentran en un proceso migratorio. Esto significa que su último destino no es Mallorca o España, sino que puede ser Europa para reunirse con sus familias. Sin embargo, el Consell responde durante toda la tutela a sus necesidades y son responsables de su integración, tanto en el mercado laboral como en la sociedad, hasta los 18 años -se puede ampliar la tutela hasta los 21 años-.
El Consell tiene constancia de que detrás de las llegadas hay mafias que propician su salida del país en situaciones peligrosas, como puede ser coger una patera y cruzar el mar. «Cuando llegan los menores nos manifiestan el número de niños y niñas en su embarcación y nos avisan que mañana llegarán otros tantos. Y se cumple», ha señalado el presidente del IMAS.
Desde su punto de vista «es fundamental la colaboración entre administraciones», porque «no es lo mismo manejar 40 menores que casi 200». En este sentido, ha lamentado que el Gobierno estatal «mire hacia otro lado, derivando a las comunidades los menores extranjeros a pesar de que vivimos situaciones alarmantes, como las Islas Canarias».
El Consell ha reclamado a través de la Delegación del Gobierno que España se implique y facilite recursos y nuevas instalaciones para dar cobertura a la llegada de menores extranjeros no acompañados.