Un posible brote de intoxicación alimentaria entre turistas del Imserso en el Arenal ha activado las alarmas en la zona. Varios clientes de los apartamentos Acapulco, dentro del complejo Palma Bay Club Resort de MLL, recibieron atención médica este pasado martes al quejarse de síntomas relacionados con malestar gastrointestinal que coincidirían con una posible intoxicación gastrointestinal, aunque desde el establecimiento hotelero señalan que los propios médicos apuntan a la acción de alguno de los habituales virus estomacales como hipótesis más probable.
Desde la Conselleria de Sanitat se realizó una inspección en la tarde de este martes para recoger muestras de la comida del restaurante del hotel que serán analizadas para confirmar o descartar un posible origen alimentario de la enfermedad.
Fuentes del hotel consultadas por este diario declararon que fue en la mañana del martes cuando se les notificó que un indeterminado número de clientes, todos ellos del Imserso, se encontraban indispuestos. Un médico de la Clínica Juaneda –empresa que por contrato se hace cargo de la atención sanitaria en el programa del Imserso– atendió a los turistas y transmitió a los responsables del hotel que, a su juicio, lo más probable era que se tratara de un virus estomacal.
Por su parte, la cadena hotelera está siguiendo dos vías de acción. La primera, la activación del protocolo de seguridad que se siguió durante la pandemia de COVID, con instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico y la recomendación a los clientes del uso de mascarillas en contextos de fácil contagio. En segundo lugar, ha encargado un análisis de la comida del hotel a su propia asesoría sanitaria por si efectivamente se trata de una intoxicación alimentaria.
Declaración obligatoria
Las intoxicaciones alimentarias son de declaración obligatoria al servicio de Epidemiologia de Salut Pública. La investigación tratará de confirmar si se trata de un brote de intoxicación alimentaria y cuál es su causa.
Como dato anecdótico, en un primer momento se produjo una confusión entre los servicios de emergencia sobre el establecimiento hotelero al que debían acudir. Así, agentes de la policía se dirigieron por equivocación al Grupotel Acapulco Playa, ubicado también en Platja de Palma, pensando que el suceso había tenido lugar en ese hotel. Sin embargo, los responsables de este hotel les sacaron de su error.