La posibilidad de un acuerdo entre la dirección de Vox y el grupo de diputados díscolos se enfría poco a poco. Fuentes oficiales del partido aseguran que, en estos días, no se ha avanzado ni un paso para cerrar la crisis. Sostienen que los miembros del sector crítico no se han movido de sus posiciones a pesar de su anuncio de mano tendida. La cúpula de Santiago Abascal mantuvo este lunes una reunión ordinaria en la que no se planteó, por ahora, una salida a la crisis.
En esta tesitura, y ante la posibilidad de que la ruptura entre los dos bandos sea definitiva, la dirección de Vox planteará al PP que los ‘populares' presenten la candidatura de Gabriel Le Senne a la Presidència del Parlament si finalmente es destituido y hay que elegir un sustituto. Vox empieza a temer que la voluntad del PP es presentar a un candidato propio, una opción que ya se esrá barajando.
«Un miembro de Vox»
La dirección de Vox sospecha que ese es el propósito final de Marga Prohens, algo que los ‘populares' no han buscado, pero que aceptarán finalmente dadas las circunstancias políticas sobrevenidas. El pacto que firmaron PP y Vox estipula que la Presidència del Parlament debe ser para «un miembro de Vox», lo que excluye la posibilidad de que el PP apoye a uno de los diputados del sector crítico, que para entonces ya estará expulsado de la formación y, por lo tanto, será un tránsfuga. «Nosotros vamos a continuar siendo leales con el acuerdo al que nos comprometimos en esta legislatura», dijo la presidenta de Vox, Patricia de las Heras, cuando estalló la crisis.
La opción de que tenga que elegirse un nuevo president del Parlament está cada vez más cerca. La dirección balear alejaba ayer la posibilidad de un acuerdo. Fuentes del partido reconocían que no había habido ningún avance y casi descartaban de plano cualquier posibilidad de entendimiento entre los dos sectores. Sin embargo, también señalaban que la situación es muy volátil y que todo puede cambiar en cuestión de horas, algo muy habitual en el partido.
El acuerdo se aleja
El sector oficial afirma que, ahora mismo, el acuerdo se aleja porque los cinco diputados que se plantaron ante la dirección no se mueven de sus posiciones e insisten en que cualquier acuerdo debe pasar por apartar de sus cargos al president del Parlament, Gabriel Le Senne, y a la presidenta del partido, Patricia de las Heras.
Agustín Buades, uno de los cinco críticos de la formación, insistió este lunes en IB3 Ràdio en que tienen la mano tendida para cerrar el acuerdo. El resto de los diputados guarda por ahora silencio a la espera de movimientos desde la dirección.
El problema estriba en que, mientras los dos sectores de Vox tratan de recomponer su situación, por ahora sin éxito, el calendario corre en contra de esta posibilidad.