El president del Parlament, Gabriel Le Senne, asegura que se va con la conciencia tranquila y acusa a los diputados rebeldes de «secuestrar» el grupo parlamentario. Los cinco diputados que se han amotinado contra la dirección se quedarán como miembros del Grupo Parlamentario de Vox mientras que los dos expulsados, Patricia de las Heras y el propio Gabriel Le Senne, quedarán fuera del grupo como diputados no adscritos en cumplimiento del reglamento del Parlament.
La Mesa del Parlament activará este miércoles el proceso de sustitución de Gabriel Le Senne sin que por ahora haya un nombre para sustituirle en el cargo. El todavía presidente ha destacado la paradoja de que los cinco diputados expulsados mantengan el control del grupo parlamentario mientras que él y la presidenta del partido, Patricia de las Heras, pasarán a ser diputados no adscritos. «El grupo parlamentario queda secuestrado en manos de gente que ya no es de Vox», ha dicho. «Quienes representaremos a Vox seremos Patricia de las Heras y yo», ha añadido.
El president del Parlament asegura que le han echado del partido por cumplir las instrucciones de la dirección del partido en Madrid. Ha señalado que estos meses ha sido conciliador y ha guardado la neutralidad, con buenas relaciones tanto con los demás grupos parlamentarios como con los miembros de su propio partido. He entrado en un proyecto político, que es Vox, y me echan por seguir las directrices de la dirección nacional», ha señalado. «He intentado calmar los ánimos, pero ha sido imposible», ha añadido.
Ha descartado que la expulsión tenga que ver con motivos lingüísticos y ha recordado que los diputados rebeldes tumbaron el techo de gasto porque exigían mayor contundencia a Marga Prohens en materia de lengua «o eso dijeron». «Tengo que confesar que, a pesar de que he hecho todos los esfuerzos posibles por entenderles, no lo he conseguido», ha insistido.
«Este movimiento me parece completamente irracional y por eso no los comprendo», ha añadido. «La gente ha votado a Vox, no me ha votado a mí ni les ha votado a ellos», ha señalado. Acusó a los diputados rebeldes de estar en un permanente choque con la dirección nacional, lo que explica que no acudieran a la asamblea en la que se eligió a Santiago Abascal.
Ha reconocido que el partido se resiente de este golpe, «pero a veces más vale una vez colorado que ciento amarillo». Ha reconocido que había una situación difícil «pero, Dios mediante, estamos en vías de solucionarlo». También ha recordado que en Murcia se vivió una situación parecida en la pasada legislatura y poco después dobló sus votos.