La incidencia de la gripe en Baleares creció dos puntos la semana pasada respecto a la anterior y se sitúa en los 109,4 casos por cada 100.000 habitantes. Pese al incremento, la cifra sigue estando en el umbral de baja intensidad aunque repercute en los servicios de Urgencias hospitalarias.
Como se recordará, la situación de Son Espases lleva tres semanas en constante tensión tal y como denuncian los trabajadores, y el servicio de Urgencias de Son Llàtzer acoge este jueves a 30 pacientes pendientes de ingreso, un nuevo pico estacional propio de la epidemia.
Pese a la circulación creciente de la gripe, en Baleares baja por primera vez la incidencia de virus respiratorios entre la población, a nivel global, y sigue la tendencia del resto del país, tras cinco semanas en ascenso. Sin embargo, el uso de la mascarilla en los centros sanitarios se mantendrá obligatorio pues, tal y como reza la normativa, se necesitan dos semanas seguidas de una incidencia a la baja de gripe para que las comunidades se planteen el retirarla. La curva descendente, en cualquier caso, es de infecciones en general, no de gripe.