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Nora Müller

«Preocupa el futuro de una Tramuntana cara, sin residentes que la mantengan»

La doctoranda Nora Müller ha realizado un estudio sobre la mercantilización turística en áreas protegidas privadas de la Serra

La doctoranda Nora Müller, autora del estudio, en una imagen tomada en la estación de Sóller, en Palma. | Teresa Ayuga

| Palma |

Como parte de su doctorado en la UIB, con Macià Blázquez y Robert Fletcher como directores, Nora Müller ha realizado el estudio Mercantilización y privatización turísticas de la naturaleza: áreas protegidas privadas en la Serra de Tramuntana (original en inglés).

El trabajo se ha centrado, explica Müller, «en algunas fincas de Tramuntana que, siendo privadas en un ámbito protegido, no tienen como objetivo principal una mercantilización turística ni un rendimiento económico. Están focalizadas en la conservación, pero sí permiten un acceso público limitado, lo que evita la masificación».

Se trata de las fincas de La Trapa (Andratx, con el GOB como propietario), la Muntanya del Voltor (Valldemossa), Son Torrella (Escorca), Ariant y Ternelles (ambas en Pollença).

La doctoranda señala que «además de la conservación, natural y patrimonial, los usos de estas fincas son muy variados. En ellas podemos encontrar actividad agraria, voluntariado, educación ambiental, reforestación y aprovechamiento del bosque. En La Trapa y Son Torrella, el acceso público es libre; en la Muntanya del Voltor y Ariant, está limitado; y en Ternelles sólo se pueden realizar visitas guiadas».

Müller recuerda que «el 89 % de Tramuntana es privado y se trata de un espacio protegido en un territorio muy turistificado. A nivel general se extiende la idea del turismo ecológico, sostenible, verde, de naturaleza y activo. Así, Tramuntana se convierte en un destino dentro del destino y podemos ver bellas imágenes de la Serra en el aeropuerto. Es decir, promocionamos un turismo de naturaleza y sostenible, y, a su vez, con esa promoción contribuimos a la masificación de ese territorio protegido».

En la imagen de archivo, excursionistas regresan del Castell del Rei, en Ternelles (Pollença). Actualmente, en la finca está prohibido el acceso público al Castell del Rei y a Cala Castell. Sólo se permiten visitas concertadas, limitadas y guiadas a la finca. | Ultima Hora

De este modo, Müller señala que «el ejemplo de las fincas mencionadas puede ser una fórmula contra la masificación. Siendo terrenos privados, se permite el acceso público, pero con limitaciones, al contrario de otras fincas, cerradas a las visitas por ser plenamente agrarias o estrictamente residenciales. Si residentes y turistas quieren paisajes y naturaleza, en estas fincas pueden encontrar espacios accesibles y no masificados ante la fórmula convencional del cierre. Tramuntana es diversa y no puede gestionarse de la misma manera y dedicarse toda ella a lo mismo».

De cara al futuro, Nora Müller expresa su preocupación: «Al ser un territorio privilegiado y protegido donde no se puede construir, el territorio se revaloriza y las fincas son cada vez más caras, y eso se traslada también a los núcleos urbanos, con el boom de las casas vacacionales. Todo ello nos puede llevar a un futuro de una Serra de Tramuntana sin residentes, pero, en ese caso, habrá que preguntarse quién mantendrá ese paisaje que ahora resulta tan atractivo».

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