El año que viene se cumple el 700 aniversario de la muerte del rey Sanxo de Mallorca, llamado el Pacífic. La Reial Acadèmia Mallorquina d'Estudis Històrics, Genealògics i Heràldics está preparando una serie de actos para la efeméride que concluirán, el próximo 4 de septiembre, con un homenaje al monarca en su sepulcro, en la catedral de Perpinyà.
Sanxo, hijo de Jaume II, fue rey de Mallorca porque su hermano mayor, Jaume, renunció a la corona para ingresar en la orden franciscana. No debemos olvidar que el Regne de Mallorca, además de las actuales Baleares, estaba integrado por los condados del Rosselló y la Cerdanya, y la Senyoria de Montpeller.
El presidente de la Acadèmia, Román Piña, explica que «no sabemos con exactitud dónde nació Sanxo, seguramente en el Rosselló, y tampoco la fecha, posiblemente entre 1274 y 1277. Se educó en la corte francesa de París. En 1302, los Jurats de Mallorca le juraron fidelidad. En 1304 se casó en Cotlliure con Maria, hija del rey de Nàpoles, con la que no tuvo hijos, pero sí tuvo descendencia fuera del matrimonio: un hijo y cinco hijas. Evidentemente, ninguno de ellos tenía derecho a sucederle en el trono».
Sanxo arrastró durante toda su vida un problema de salud: el asma. De ahí que conozcamos el Palau del Rei Sanxo, en Valldemossa. A pesar del nombre, esta residencia real fue construida por Jaume II pensando en su hijo, con la idea de que los aires más puros de Valldemossa beneficiarían su salud. En cualquier caso, señala Piña, «Jaume II falleció en 1311 y Sanxo llegó por primera vez a Mallorca al año siguiente, jurando en la Seu los privilegios del Regne. El rey Jaume II d'Aragó, que era su primo, obligó a Sanxo a ir a Barcelona a prestarle homenaje. Si no lo hacía, debía pagarle 40.000 libras. Sanxo decidió acudir».
A partir de aquí, Sanxo empezó a ejercer como monarca y no hay ninguna duda de que, pese a la brevedad de su reinado (murió en 1324), se empleó a fondo. Piña indica que «entre 1312 y 1318, es cuando Sanxo se implicó más en su vinculación con la Isla. Se dedicó a fortalecer el carácter marinero y mercantil del reino. De hecho, el comercio mallorquín llegó al norte de África y al Mar del Norte. Creó la Caixa dels Mariners, una especie de seguro marítimo de la época, y armó una escuadra de 20 galeras, principalmente para defenderse de los corsarios. También implantó el Gran i General Consell como parlamento de la época, el Sindicat de Fora, estableció la jurisdicción real en el Pariatge -dominio del obispo de Barcelona- a cambio de rentas y creó la figura del Veguer de Fora, juez penal en las villas de la Part Forana».
Finalmente, Sanxo, viendo próxima su muerte y sin hijos legítimos, nombró un consejo de regencia que ejerció el gobierno hasta que su sobrino y sucesor, el futuro Jaume III, cumplió los 21 años, en 1336. Jaume II y Jaume III dan nombre a conocidas y céntricas de Palma. Sanxo da nombre a una discreta calle del Eixample y tiene un gegant en el Consell de Mallorca.