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«Me equivoqué, he pedido disculpas y espero seguir teniendo la confianza de Prohens»

El vicepresidente del Govern da la cara tras el escándalo del gerente del Ibetec y asegura que no tiene intención de dimitir

Antoni Costa, vicepresidente del Govern.

| Ibiza |

El vicepresidente del Govern balear, Antoni Costa Costa (Sant Antoni de Portmany, 1976) está viviendo la peor semana de su carrera política después de que se destapara que el gerente de la empresa pública Ibetec nombrado por él, Juan Antonio Serra Ferrer, ha sido procesado por agresión sexual y atentado contra la autoridad por unos hechos que el conseller de Economía conocía y escondió a la presidenta del Govern, Marga Prohens. Costa fulminó a Serra Ferrer, pero la oposición y asociaciones feministas piden su cabeza. El ibicenco atendió a Periódico de Ibiza y Formentera el pasado jueves en Palma. Una entrevista de la que hoy ofrecemos su primera entrega.

—Asociaciones feministas y los partidos de la oposición le piden que dimita. ¿Por qué no lo ha hecho?
—He reconocido que me equivoqué con un nombramiento que dependía de mí. Es evidente que si volviéramos atrás, no lo habría hecho. He pedido disculpas por lo que pasó, no es un plato de buen gusto. En política muchas veces se intenta aguantar, pero yo he preferido reconocer que me he equivocado y pedir disculpas públicamente.

—¿En algún momento se le ha pasado por la cabeza dimitir?
—No. Ya lo dije en la rueda de prensa: no creo que sea motivo suficiente para presentar una dimisión. No es un plato de buen gusto, es un error, lo he cometido y hay que reconocer que ha sido así.

—Semanas atrás le pregunté por usted a la presidenta Prohens y me dijo que era una persona de su máxima confianza. ¿Cree que continúa siendo así?
—Yo creo que sí. La presidenta me ha expresado su apoyo. Es obvio que era un cargo que dependía de mí, lo nombré yo, la información la tenía yo y a la presidenta es obvio que le ha sentado mal, como no puede ser de otra forma. Y a mí también, y mucho. Pero espero que la confianza que me tenía la presidenta siga conservándola.

—¿Por qué le escondió a la presidenta la situación de Serra Ferrer?
—Muy sencillo: la persona que ha sido gerente del Ibetec me dijo que era un hecho sin trascendencia, que estaba convencido de que se acabaría archivando. Que sería una cuestión que no tendría la trascendencia que ha acabo teniendo y que no llegaría a juicio oral. También me dijo que lo que había salido en los medios de comunicación no era cierto, que recogía lo que expresaba la parte del policía y de la víctima del abuso. Finalmente, cuando leí el auto y la acusación de la Fiscalía vi que me había equivocado, que tenía mucha más trascendencia y por eso actué en cuestión de horas con la destitución inmediata.

—¿Fichó a Serra Ferrer porque se había quedado sin trabajo en la UIB?
—No, yo no quise ayudar a nadie sino nombrar a un profesional, una persona que había sido gerente de varias empresas y con experiencia profesional en este sentido. Pensaba que era una persona bastante apta desde un punto de vista profesional. Los empleados de Ibetec estaban contentos del trabajo que se había hecho durante estos meses.

—Si este caso hubiera pasado en la pasada legislatura, en la que usted era el portavoz de la oposición, ¿no cree que también hubiera pedido la dimisión del número 2 de Armengol?
—La verdad es que no sé lo que habría hecho estando en la oposición. Lo que sí sé es que en la pasada legislatura hubo hechos, alguno de ellos que afectó a la propia presidenta del Govern y no hace falta nombrar a cuál de ellos me estoy refiriendo, y creo que se actuó de forma diferente. Nunca se reconoció, sorprendentemente desaparecieron actas policiales, se desmayaron personas y no sé cuántos días después salió la presidenta a pedir disculpas, pero sin reconocer que hubiera habido algún error y, evidentemente, nadie dimitió. Y, seamos claro, todo el tema de la explotación de las menores del IMAS, si aquello fue defender a las menores …

—¿Cree que con usted se han pasado? ¿Ha habido algún comentario sobre usted que le haya dolido?
—Cuando pasan estas cosas y uno tiene el cargo de vicepresidente, si me lo permite, se exagera un poco el ataque directo a la persona. Me gustaría hablar también de la presunción de inocencia, porque los partidos de la oposición y la prensa tienen cierta tendencia a hacer un juicio paralelo y a imputarle al acusado lo que dicen las partes sin pensar que quepa la posibilidad de que no fuera así. No hace mucho, un exdiputado a quien la Fiscalía pedía siete años de cárcel ha quedado absuelto. No respetar la presunción de inocencia a veces no es lo adecuado. En cualquier caso, hay que reconocer que si ha habido una persona que ha sido víctima de un presunto abuso sexual hay que pedir disculpas.

—¿Qué ha aprendido de todo lo que ha pasado?
—De estas cosas es difícil sacar algo positivo. Hace tiempo que me dedico a la política pero uno no se acostumbra a que pasen estas cosas. Si uno hubiera sabido la trascendencia que ha tenido nunca lo habría nombrado gerente de Ibetec. Uno aprende que hay que ser muy prudente cuando está en puestos de esta responsabilidad.

—Hablemos de los presupuestos para 2024. La izquierda decía que no se podían mantener los servicios si se bajaban los impuestos, y parece que usted lo ha conseguido.
—Lo dicen para intentar justificar que no se hagan reformas fiscales de la baja, que no es costumbre de la izquierda. Cuando hay crecimiento económica y, por lo tanto, se incrementa la recaudación tributaria puedes aprovecharlo para hacer tres cosas: bajar un poco los impuestos, gastar más y, a la vez, sanear las cuentas públicas y presentar un presupuesto con equilibrio presupuestario. Y estas tres cosas son las que hemos hecho. La izquierda, en los ejercicios anteriores, lo que hacía es gastárselo todo presentando presupuestos con déficit. Gastar a paladas. Nosotros creemos que hay que hacer gasto, pero de forma más prudente y aligerar la carga fiscal a los ciudadanos, sobre todo en impuestos en los que las conexiones familiares son tan importantes. Eliminar el impuesto de sucesiones era una demanda masiva de los ciudadanos, que es un impuesto injusto. Mientras haya crecimiento económico se pueden hacer las tres cosas que he comentado antes y sin llegar al apocalipsis de recortes que vaticinaba la izquierda. Y lo hemos demostrado con los presupuestos para 2024.

—No es la primera vez que usted prepara las cuentas de la Comunitat, ya que en la legislatura del Govern Bauzá usted fue el director general de Presupuestos. ¿Cuál es la gran diferencia con aquella época?
—Cuando tienes que elaborar presupuestos con una caída de ingresos como consecuencia de la crisis económica, se plantea la situación inversa a la que comentábamos antes. Tomamos medidas que para un partido de centro-derecha eran muy duras: nunca lo habríamos hecho pero tuvimos que subir impuestos, reducir gasto y aguantar déficits muy importantes. Fue exactamente lo inverso a lo que pasa ahora. Hemos salido de la pandemia, la situación económica no es boyante pero es relativamente buena y, afortunadamente, tenemos un tejido productivo importante, que es lo que nos salva de la situación. En cuestiones económicas no hay milagros, sino gestión, política económica y la fortaleza de un tejido productivo que en momentos difíciles responde, tanto empresarios como trabajadores.

—La Comunitat tiene una deuda de aproximadamente 8.800 millones de euros, lo que supone un poco más del 24 % del PIB de las Illes Balears. ¿Se ha fijado un objetivo de aquí a final de legislatura sobre qué cifra quiere que sea esta deuda?
—El objetivo de legislatura tiene que ser que la deuda no aumente en términos absolutos. A medida que haya crecimiento económico, la deuda en términos relativos con respecto al PIB irá bajando. Hacer la deuda pública sostenible. Ahora mismo, a diferencia de lo que pasaba en la legislatura 2011-2015, no hay ninguna dificultad en refinanciar esta deuda. Es un importe de deuda elevado, muy elevado, pero afortunadamente no tenemos problema para refinanciarla porque tenemos el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) que es una herramienta que puso en marcha Cristóbal Montoro cuando era ministro de Hacienda que fue un grandísimo acierto, porque permite a las administraciones públicas autonómicas financiarse a tipos de interés de mercado o por debajo de mercado. Además, no hace muchas semanas la agencia de calificación de riesgo Standard&Poor's aumentó la calificación de la Comunitat y afirmó que nuestra rebaja de impuestos no compromete la senda de crecimiento de ingresos. Esto nos indica que las cosas van por buen camino.

—Explíqueme esto de que ustedes no ‘pintan' power points en los presupuestos. ¿Qué quiere decir?
—En el fondo, de lo que se trata es no presupuestar lo que sabes con anterioridad que no podrás ejecutar, porque si lo haces estás ‘pintando' presupuesto y sin voluntad alguna de ejecutarlo. Y esto tiene consecuencias, porque quizás algún proyecto que sí podrías ejecutar no se llevará a cabo porque no le has asignado presupuesto. El ejemplo es el Tren de Llevant de Mallorca. En 2023 se han presupuestado 30 millones de euros de la ecotasa cuando ni siquiera estaba el proyecto, solo un power point con el que no se puede licitar la obra, es necesario un proyecto ejecutivo. Con estos 30 millones de remanente y otras actuaciones de la ecotasa que no hay ninguna posibilidad de que sean ejecutadas en 2023 de hacer una reprogramación de actuaciones de alrededor de 50 millones de euros y volver a sacar una convocatoria de proyectos que puedan ejecutarse en 2024. Hemos cambiado de mentalidad que consiste en pedir a las administraciones públicas, también a la autonómica, porque a las convocatorias del Impuesto sobre el Turismo Sostenible presentan proyectos las consellerias, los ayuntamientos y los consells insulars. Ahora hemos puesto una condición: que el proyecto ejecutivo esté redactado y en disposición de ser adjudicado en 2024. Esto nos permite presupuestar correctamente y se asignan partidas a proyectos y no a ideas o power points.

—Entiendo, pues, que habrá proyectos que ahora no figuran en el presupuesto que tendrán financiación y se incluirán a lo largo del año. ¿Cuánto dinero no está asignado a ningún proyecto concreto en el presupuesto?
—Hemos creado en el presupuesto de 2024 cuatro fondos finalistas. La ecotasa, que ya era un fondo finalista, tiene un presupuesto de 136 millones de euros y tiene una preasignación por áreas. Por ejemplo, hemos asignado 40 millones de euros para el ciclo del agua, que es una prioridad absoluta para este Govern en esta legislatura. Hemos preasignado 25 millones de euros para Agricultura, Pesca y Medio Natural, 26 millones para Turismo que básicamente irán para ayuntamientos y consells insulars, porque las competencias en turismo están transferidas; o 7 millones para I+D+i. Ahora se trata de transformar estas preasignaciones en proyectos que se puedan ejecutar. También dejamos abiertos 103 millones de euros del factor de insularidad, que es otro de los fondos finalistas; 86 millones de euros de un nuevo fondo que es el de financiación del ciclo del agua y otro fondo que se deriva del canon de residuos que cobra la Comunitat y que son unos 9 millones de euros. Todo esto forma un bloque inversor y por primera vez en la historia superamos los mil millones de euros en inversiones. Y hay que añadir también las cantidades importantes de fondos europeos Next Generation. El potencial que ahora tiene la Comunitat para hacer inversiones productivas es elevado, tenemos margen y ahora lo que toca es presentar los proyectos, ejecutarlos y hacer una planificación a medio o largo plazo. Se trata de presupuestar proyectos que se puedan ejecutar plurianualmente durante la legislatura o incluso más allá.

—Muchos nos asustamos al ver la inversión prevista en Educación en Ibiza, sobre todo después de las visitas del conseller de Educación y de la presidenta en las que aseguraban que la isla tenía una déficit histórico en infraestructura.
—Es triste que tengas el dinero para invertir y no puedas utilizarlo porque no tienes los proyectos redactados. Ahora mismo tenemos 154 euros para infraestructuras educativos. La conselleria de Antoni Vera, si no recuerdo mal, ha sacado nueve o diez plazas más de arquitectos, delineantes, ... Por primera vez se han sacado tres o cuatro plazas del Ibisec en Ibiza, pero resulta que a la hora de la verdad cuesta muchísimo cubrir estas plazas. Creo que el conseller Vera se ha puesto manos a la obra viendo las enormes necesidades que hay en todo Balears, pero especialmente en Ibiza.

—Entiendo que si no se cubren estas plazas del Ibisec, se tendrá que externalizar el servicio para que puedan redactarse los proyectos.
—Tarde o temprano conseguiremos cubrir estas plazas y también se externalizarán proyectos. No tengo ninguna duda de que ejecutaremos las infraestructuras educativas que Ibiza necesita. Sería un fracaso que no fuera así.

—Me gustaría preguntarle por la Ley de Financiación de los Consells Insulars, que permite que si la economía va bien y la Comunitat tiene más ingresos, los consells también reciban más dinero. Puede sacar pecho de esto porque lo aprobaron ustedes en 2014 con el voto en contra de la oposición.
—Sí, dijeron que era un desastre de sistema de financiación y han gobernado ocho años y no han tocado ni una coma. Ayer (por el miércoles) estuve en Menorca presentando los presupuestos y dije que la financiación que reciben los consells insulars no es voluntad del Govern. Quiero dejarlo bien claro. Otros consellers que había antes que yo decían que iban a dar más dinero a los consells insulars, como si fuera cosa de su voluntad. Y no es así, sino que la ley 3/2014 que otorga a los consells insulars autonomía financiera. La hicimos en la época en la que José Vicente Marí era el conseller y yo director general de Presupuestos y estamos profundamente orgullosos de aquella ley que dice que si las cosas van bien y los ingresos de la Comunitat crecen, también crecen automáticamente los ingresos de los consells. Para 2024, el Consell d'Eivissa recibirá 4,5 millones de euros más, mientras que el de Formentera recibirá 600.000 euros más.

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