Muchas localidades de la Part Forana de Mallorca han visto cómo su paisaje cambiaba de manera ostensible en los últimos tiempos. Un nuevo perfil de negocio o establecimiento se ha instalado en sus puntos más emblemáticos a la caza de un cliente de alto nivel, de nuevos vecinos para esos municipios que se han convertido, ante la alta demanda y el precio de la misma en Palma, en el gran vivero del sector inmobiliario, especialmente de empresas y franquicias de capital extranjero que buscan su espacio en los pueblos de la Isla y dan forma a un 'boom' de oficinas que puede estar alcanzando sus límites de crecimiento.
Esa tendencia la ratifican desde el Colegio y Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las Illes Balears y la Asociación Balears Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI). José Miguel Artienda, presidente de los API de la comunidad, no esconde que «se nota ese crecimiento de las inmobiliarias desde 2022, especialmente las extranjeras y de lujo». Señala que han puesto a Baleares «en su punto de mira, y si antes estaban más en la costa, ahora miran más hacia el interior, pues la posibilidad de teletrabajar a raíz de la pandemia ha hecho que se instalen más extranjeros de forma estable», añadiendo otros factores como «la crisis energética y el ahorro que les supone en ese concepto vivir en Mallorca».
Artienda remarca que ese perfil, con poder y solvencia económica, «busca más otro producto, comprando fincas rústicas en pueblos e instalándose en ellos», siendo esas inmobiliarias que aterrizan en la Part Forana principalmente de capital u origen alemán y británico, captando a los principales segmentos de negocio», añade el presidente de los API de Baleares, quien apunta que esa competencia extranjera «resta cerca de un 30 % de compradores a las inmobiliarias mallorquinas o baleares».
En un punto en el que coinciden los API y ABINI es en la necesidad de acelerar y dar luz verde definitiva al Decreto que regule el sector inmobiliario en Baleares para «evitar el intrusismo», apostilla José Miguel Artienda. En esa línea se manifiesta el presidente de ABINI, Hans Lenz, quien a su vez reclama con esa medida «un registro de agencias y agentes, pero para eso necesitamos tener ese Decreto, para reclamar una serie de requisitos a quienes trabajen en este sector. Ahora no se exige nada y eso no es bueno», explica Lenz, quien ante el crecimiento de la demanda, pide «acelerarlo, porque es el momento de hacer algo para mantener la imagen de seriedad que nos define en Baleares respecto a otras regiones».
Hans Lenz, quien además de presidente de ABINI es alto cargo en una empresa de referencia como Engel & Völkers en Mallorca, no esconde que «la oferta inmobiliaria está sobredimensionada en la Isla», apuntando al igual que los API el auge de la Part Forana. «En dos años, el mercado ha crecido muchísimo, pero esto tendrá que reajustarse», explica, a la par que advierte que «la demanda empieza a caer, pues el actual escenario pospandémico, geopolítico, social y económico hace que no estemos igual que hace unos años».
ABINI, que aglutina a cerca de una quincena de marcas, lo que supone unas 60 sociedades y 400 personas del colectivo, sigue de cerca este auge y dinámica, señalando una serie de municipios en los que se palma más, especialmente los próximos a Palma, caso de Alaró o Santa María, aunque también localidades de la Serra como Valldemossa, Deià, Sóller o Banyalbufar, si dejar de lado otros escenarios de costa como Santanyí o los ya consolidados como Andratx o Calvià. «Siguen la demanda de sus clientes, pero la oferta es la que es en muchas ocasiones», dice al respecto Artienda.
«Ahora, los hay que abren, pero habrá que ver si pueden ajustarse y adaptarse a la demanda... porque los hay también que tienen que cerrar», apostilla el presidente de ABINI y voz autorizada dentro del sector. «La duda es si hay espacio y demanda para todos esos que abren sus puertas, porque ahora ya no se puede crecer». Hans Lenz traslada ese aumento de la demanda en la Part Forana, además del crecimiento de número de agencias, a la vez que se sincera: «no sabemos el número exacto», lo que justifica su reclamación de Decreto y un consiguiente registro que ponga orden a un sector que mueve millones de euros al año y se ha hecho más fuerte que nunca en un terreno abonado como es la Part Forana.
El sector inmobiliario en las islas, según datos de Impulsa Baleares, supone un 16'7 % del PIB, comprendiendo a 1.443 empresas, que a su vez aglutinan a 5.730 trabajadores que dan forma a uno de los agentes más notables dentro del panorama económico de Baleares.