Muchos hipotecados a tipo variable de Baleares se encuentran en una situación límite debido al incremento de sus cuotas hipotecarias y la inmensa mayoría han tenido que reestructurar sus economías domestica para poder llegar a fin de mes. Afortunadamente, parece que comienza a verse la luz al final del túnel. De este modo, los expertos apuntan dos fechas para que el recibo hipotecario comience a abaratarse.
Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, matiza que «las previsiones actuales de casas de análisis y organismos internacionales sobre el Euríbor aún no se han actualizado en base a los escenarios económicos que la nueva guerra entre Israel y Hamás puede desencadenar. Dependiendo de la duración, intensidad y participación de terceros en el conflicto bélico, las previsiones pueden mantenerse igual o empeorar. Por ejemplo, si el petróleo sube por una limitación de la oferta de los países árabes productores, la inflación volvería a aumentar. Por otro lado, el crecimiento económico de la UE se vería afectado negativamente. Para el Banco Central Europeo (BCE), cuyo mandato es contener la inflación en el 2 % a largo plazo, supondría incentivos para seguir subiendo tipos de interés o, lo que veo más probable, mantener el 4,50 % de interés fijo durante más tiempo del que tendría previsto, antes de iniciar la senda bajista».
Pese a todas estas incertidumbres, explica que hay dos fechas para que las hipotecas empiecen a abaratarse. «Ahora mismo el techo del Euribor lo podemos fijar en el 4,50 % y no se alcanzaría un Euríbor entre el 3,51 % (según la previsión de Funcas) y el 4,45 % (según la del BCE) hasta finales de 2024; para finales de 2025 podríamos esperar que se sitúe entre un 3,85 % (BCE) y un 3,40 % (Bankinter)». En este punto, advierte que «si se cumplieran los peores augurios, no sería hasta finales de 2025 cuando los hipotecados a tipo variable revisarían sus hipotecas a la baja». Por su parte, en el mejor escenario, «a finales de 2024 ya podrían pagar algo menos al mes. En definitiva, -sabiendo que las previsiones marcan una tendencia, pero no adivinan el futuro- lo más probable es aventurar, como mínimo, un 2024 de cuotas altas y un 2025 con rebajas perceptibles, pero no muy acentuadas».
Tipos de interés
Monserrat sostiene que es posible que la subida de los tipos de interés que aprobó el BCE el pasado mes de octubre (los fijó en el 4,5 %) será la última de este año y que, incluso, no haya incrementos durante el próximo ejercicio; aunque eso es «impredecible». A su modo de ver, esto se debe a que «la inflación en Europa está empezando a estar más o menos controlada, aunque en España seguimos con una inflación al alza. A nivel europeo se está conteniendo, siguen subiendo los precios, pero de una manera más contenida». Los tipos de interés tienen una incidencia directa en la evolución del Euríbor. Sin embargo, hay tanto factores que pueden influir en estos indicadores que pueden producirse cambios en las predicciones.