El pacto alcanzado entre Pedro Sánchez y ERC puede suponer, de rebote, un beneficio económico para Baleares: el perdón de 980 millones de euros que el Govern debe al Gobierno central. Se trata del 20 % de los 4.828 millones del dinero total que debe la Comunitat a Madrid. Solo las comunidades que se acogieron en su día a los mecanismos de financiación que puso en marcha el Gobierno de Rajoy, entre ellas Baleares, se beneficiarán de esta medida.
De la deuda total que tiene en estos momentos Baleares, 8.900 millones de euros, más de la mitad es dinero que le ha prestado el Gobierno. El ‘perdón' de parte de este endeudamiento tendrá, por tanto, un enorme impacto en la bolsa de deuda de la Comunitat, que quedarían en torno al 20 % del PIB cuando se formalice la condonación, aunque el Gobierno puntualizó anoche que tratará caso a caso la deuda de cada comunidad y que no en todas la ayuda alcanzará al 20 % que sí se ha concedido a Cataluña. La posibilidad de que Pedro Sánchez llegara a un acuerdo económico unilateral con Cataluña hacía días que se planteaban en los mentideros políticos. Esta posibilidad había alarmado el Govern de Marga Prohens, que ya había advertido que no toleraría un trato preferente hacia Cataluña.
El grupo ‘popular' presentó en el Parlament una proposición no de ley para que no se utilice la financiación de las comunidades autónomas como moneda de cambio para conseguir el apoyo de Junts y ERC a la investidura de Pedro Sánchez ante esta posibilidad. Precisamente la portavoz adjunta ‘popular', Marga Durán, indicó este jueves que «en caso de que una de las condiciones para la investidura sea la condonación de la deuda a alguna de las comunidades autónomas, Baleares exigirá el mismo trato».
La proposición no de ley, que rechaza la amnistía, insta al Ejecutivo central a que «garantice la transparencia, el respeto a la Constitución española y la igualdad de las Islas respecto al resto de los territorios españoles en las negociaciones con las diferentes fuerzas políticas». El objetivo es, según resumió la portavoz ‘popular', que «no haya ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, que no se use la financiación autonómica como moneda de cambio».
La condonación de la deuda es una vieja reclamación del Govern de Francina Armengol, que también ha hecho propio el de Marga Prohens. Los dos ejecutivos sostienen que esa deuda de Baleares con el Estado no existiría si las Islas estuvieran bien financiadas. El anterior Govern llegó a encargar un estudio a la Sindicatura de Comptes para que determinara qué parte de la deuda con el Estado respondía a la infrafinanciación y el estudio concluyó que eran unos 3.000 millones.