Unas mil personas se han manifestado este lunes tarde por las calles de Palma bajo el lema 'Menys turisme, més vida', como punto final de la Contracimera Social del Turisme, respuesta cívica a la cumbre de ministros de Turismo de la UE que se celebra estos días en Palma.
La marcha partió de la Porta de Santa Catalina a las 19.15 horas (su inicio estaba previsto a las 19.00) y discurrió por Passeig Mallorca, Jaume III, Plaça Joan Carles I y, finalmente, el Born, donde se procedió a la lectura de un manifiesto firmado por un total de 77 entidades, concluyendo el acto a las 21.00 horas.
Con ritmos alternativos de batucada y xeremies, la manifestación presentó multitud de pancartas. La del lema Menys turisme, més vida encabezaba la marcha, pero se vieron muchas otras, como És ben hora d'aturar; Palma, lliure de lloguer turístic en habitatges plurifamiliars; Stop jets privados; Destrueix el patriarcat, no la terra; Això ja ha fet un tro, canviem el model, Tourists luxury, locals misery; o Quina gentada, sembla es Caló des Moro. También hubo una representación de Menorca Habitatge Digna con la pancarta Deim prou.
Otras pancartas hacían referencia a la contaminación, la saturación, la masificación y los atascos que sufre Mallorca, todo ello atribuido al impacto turístico. El ya histórico cántico Qui estima Mallorca no la destrueix fue coreado en numerosas ocasiones, transformado algunas veces en Qui estima les Illes, no les destrueix. También se corearon otros cánticos como Fins aquí hem arribat; Sense límits no hi ha futur; Senyors ministres, no volem més turistes; Massa gent per a tant poc territori; o Senyors hotelers, ja va bé de doblers.
Curiosamente, diversos turistas se vieron sorprendidos por la manifestación y la grababan con sus teléfonos móviles. Al preguntar por el motivo de la protesta, se sorprendían aún más al saber que era contra la masificación turística. Algunos de ellos se lo tomaron con humor.
La manifestación transcurrió sin incidentes hasta llegar a la mitad del Born, cuando efectivos de la Policía Nacional comunicaron a los organizadores que no podían seguir más allá de ese punto. La realidad es que un escenario perfectamente montado les estaba esperando al final del paseo, junto a la Plaça de la Reina. Al parecer, un malentendido entre la Policía Local y la Policía Nacional dio lugar a esta retención. Entonces, los manifestantes se pusieron a gritar 'Volem passar!'.
Transcurridos unos minutos, se aclaró el malentendido y los manifestantes pudieron llegar hasta el escenario, donde la autora y actriz Clara Ingold leyó el manifiesto. Ingold se refirió, entre otras cuestiones, a que «la sostenibilidad de la maquinaria turística no existe, es una falacia». Ingold también destacó que «la vivienda se ha convertido en un producto financiero especulativo», la necesidad de «desmercantilizar nuestro territorio» y que «el turismo es una industria devastadora».