Los responsables públicos en materia de turismo en Baleares se han marcado como objetivo consolidar el mercado estadounidense y ganar terreno frente a otros destinos que compiten por un turista en auge y con una capacidad de gasto superior a la de los tradicionales países emisores europeos. Govern y consells insulares se han marcado un plan de trabajo para incrementar y optimizar la promoción en EE.UU. a fin de estimular la demanda en ese país e incrementar las conexiones aéreas, si es posible añadiendo otras aerolíneas que complementen los vuelos directos de United Airlines, compañías canadienses incluidas, y llegar a tener vuelos directos todo el año.
El plan de esta compañía de cara a 2024 pasa por mantener las mismas conexiones Palma-Nueva York que este año (tres semanales de mayo a septiembre). El hecho de que Málaga haya conseguido triplicar la oferta y activar una ruta diaria a partir del próximo año ha provocado que se empiece a plantear la posibilidad de potenciar las estrategias de promoción de Baleares. El objetivo no es tanto lograr un vuelo directo diario en temporada alta, sino más bien mantener los tres semanales y conseguir uno o dos semanales en temporada baja.
Así, el director de la Agencia de Estrategia Turística de Baleares (AETIB), Pere Joan Planas, reconoce que Málaga es un destino «muy bien posicionado» en ese mercado, especialmente por servir como puerta de entrada a partir de la cual pivotar a otros puntos de la geografía andaluza y española.
En ese sentido, Planas explica que se planteará a los consells insulares la posibilidad de alimentar potencialidades similares en el territorio balear, como la de ofrecer paquetes que combinen viajes entre las diferentes islas del Archipiélago. Una estrategia que defiende la patronal de las agencias de viajes baleares, Aviba. Asimismo, también se estudia publicitar el buen posicionamiento del aeropuerto de Palma y su condición de importante centro de conexiones, informando de las posibilidades que ofrece para visitar no solo el resto de islas, sino otros puntos de España y del continente, especialmente ciudades de Centroeuropa.
Planas señala que la intención «no es competir con Málaga», aunque sí endurecer una línea de trabajo que permita a Baleares no perder comba frente a destinos, afianzar los avances conseguidos en los dos últimos años e ir más allá con la captación de nuevos visitantes.
Así, la experiencia en la III Comisión de Turespaña en San Sebastián ha permitido verificar que existe un interés creciente por Mallorca y el resto de islas por parte de otras aerolíneas de EE.UU. y de Canadá que podrían apostar por habilitar nuevas conexiones. El objetivo es aprovechar ese interés y agrandar la brecha abierta en ese mercado.
Se trataría, además, de un movimiento más relevante si cabe teniendo en cuenta que es un momento de transición para las aerolíneas de todo el mundo, inmersas en un proceso de transformación de sus flotas para adaptarlas a los requisitos de contaminación medioambiental. Ello implica que la planificación de las conexiones se esté realizando meticulosamente a fin de compensar los gastos en la modernización de los aviones.