La explosión casi nuclear que ha sacudido a Vox Baleares esta semana ha fracturado el partido en tres bloques y la «rebelión» de los diputados díscolos, que no siguieron las directrices de Madrid y votaron en contra del PP, está complicando la relación con esta última formación. Dada la magnitud de la crisis, la intervención de la dirección nacional es inminente. Y también de consecuencias imprevisibles.
En cualquier caso, algunas de las fuentes consultadas este viernes por este periódico insistieron en que «no se trata de un tema de la lengua y del catalán, como se ha vendido, sino que una parte del partido quiere administrar el dinero que recibe Vox del Parlament como grupo parlamentario, que son unos 160.000 euros anuales. Y también resucitar Actúa Baleares, el embrión de todo, para tener una salida laboral cuando se queden sin trabajo porque su futuro ahora es muy negro».
Idoia Ribas
Uno de los grupos sería el encabezado por la portavoz Idoia Ribas, que lideró esta semana el pulso al PP por la libre elección de la lengua en las aulas, que desembocó en la paralización de los presupuestos al votar la formación de Abascal contra los conservadores. Junto a la diputada, que mantiene una espléndida relación con Jorge Campos, estarían Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, Agustín Buades y María José Verdú. El cerebro en la sombra sería, según las mismas fuentes de Vox, el citado Campos, actualmente diputado en Madrid «pero que maneja los hilos a distancia y controla a sus leales». El segundo grupo lo formarían el «primer leal» a Madrid Francisco José Cardona, fulminado por Ribas como portavoz adjunto en el Parlament, y también el presidente Gabriel Le Senne, que acata las órdenes nacionales. Los dos políticos consideran que debe cumplirse lo pactado con el PP y que el orden y el sentido común deben imperar. «Si firmas un pacto, hay que cumplirlo. No se pueden realizar chantajes. El fair play debe imponerse», apuntan próximos a esa corriente. La tercera escisión estaría representada por la presidenta de Vox, Patricia de las Heras, y el responsable del partido en Cort, el general Fulgencio Coll, que siempre ha mantenido una mala relación con Campos.
Fuentes próximas a esta última política denuncian que «a Patricia le han hecho la cama continuamente y Madrid no le ha dado el apoyo suficiente». Añaden que «quedó todo muy claro cuando nombraron a Idoia portavoz, y no a Patricia, que era a quién le tocaba». Respecto al «órdago de Idoia», en referencia al voto en contra del PP, alertan de que «Patricia no sabía todo lo que se estaba cociendo».
Jorge Campos
Este periódico se puso este viernes también en contacto con uno de los principales protagonistas de toda la trama, Jorge Campos, que declinó realizar declaraciones. Otras fuentes del partido, próximas a él, califican de «ciencia ficción» que esté liderando a los díscolos y que busquen revivir Actúa y controlar el presupuesto que les asigna el Parlament como grupo parlamentario. «Actúa se liquidó en febrero de 2020, nadie lo va a resucitar», sostienen. Estas fuentes explicaron que «sabemos que el PP no hará nada con la lengua, solo están mareando la perdiz para ganar tiempo», y desvelaron que desde Vox nacional, la coordinadora Montse Lluis «puenteó» a la portavoz Idoia Ribas y contactó con Marga Prohens, presidenta del Govern, «que le pidió que retiraran el PNL (Proyecto No de Ley) y aprobaran el techo de gasto». Sin embargo, «cuando Idoia se enteró se indignó y dijo que no se iban a plegar a esas exigencias, que la lengua era su bandera y no podían hacer eso a sus votantes. Lo que ocurrió después es sabido».
Los que apoyan en el partido la tesis de que el control del dinero es el origen del cisma, también esgrimen el papel de una empresa audiovisual de un responsable de prensa (que según ellos sería «la cabeza pensante de Campos»), que habría facturado distintos servicios. El otro bando lo niega de forma categórica: «El Tribunal de Cuentas lo audita todo y nunca ha habido problemas de ningún tipo».
En un único punto sí coinciden las fuentes próximas a los tres sectores: «Será muy complicado reconducir el tema con Madrid. Desde que cayó Ortega Smith (exsecretario general) la relación con Baleares no es la misma. Ahora, tras la rebelión de esta semana, la fractura es muy profunda».
Punto de vista
Un 155 en ciernes
Torres BlascoEl artículo 155 de la Constitución –a estas alturas todo el mundo lo sabe– faculta al Gobierno estatal para intervenir una comunidad autónoma. Se aplicó en Catalunya y no cuesta imaginar que la dirección estatal (o nacional, claro) esté a un tris de aplicar una medida similar en Baleares. No sería la primera vez que se nombra una gestora o fuerza un relevo. Que el portavoz del Govern hable sin rodeos de la crisis de Vox podría llevar a pensar que un 155 es inminente. Aunque tenga costes.