Mallorca se ha convertido en un punto imprescindible para conmemorar el cincuenta aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y España. Si la semana pasada el ministro del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino, Li Xi, aterrizó en Son Sant Joan rodeado por unas medidas de seguridad excepcionales y un numeroso séquito con el que visito varios puntos de la Isla, ayer lo hizo la política y pintora Liu Chun.
Tras presentar una exposición de sus obras en el Museo Europeo de Arte Moderno de Barcelona, la dignataria viajó a Mallorca con el objetivo de conocer de primera mano cómo se está desarrollando el intercambio cultural. El lugar escogido para ello fue el centro educativo Huayue, ubicado en Pere Garau, el barrio con más ciudadanos chinos de Palma. Chun participó por la tarde en un taller con alumnos en el que hicieron cartas para festejar la Fiesta del Medio Otoño, también conocida como Fiesta de la Luna, que celebra el pueblo chino, vietnamita, coreano y japonés cada año 29 de septiembre. Esta fecha es una forma de recibir el invierno, y se cree que en este momento la luna es más grande y brillante que en cualquier otra época. La dignataria expresó su interés por los mallorquines con orígenes chinos que viven en Palma y trasladó la voluntad de su gobierno para promover más intercambios de estudiantes para que visiten Pekín, según explicaron fuentes de su entorno.
Por otra parte, Chun aprovechó su viaje para conocer varios puntos emblemáticos de Mallorca, como Valldemossa, el Castell de Bellver, el centro histórico de Palma y Pollença. «Le gusta mucho el arte y la cultura», señalan las mismas fuentes consultadas. Además, la política no se perdió la ruta de los museos que se organizó ayer por la noche con motivo de la Nit del Art en Ciutat. Periodistas de la Agencia de Noticias Xinhua, del gobierno Chino, acompañaron a Chun.