«El caso Luis Rubiales ayudará a sacar a la luz el acoso sexual en el trabajo». Así de claro lo tiene la secretaría de políticas públicas de CCOO en las Islas, Eva Cerdeiriña. A su modo de ver, el debate social que se ha suscitado estos días, a raíz del beso que el citado dirigente deportivo le dio a Jennifer Hermoso en la final del mundial de fútbol femenino, animará a muchas mujeres que sufren estas situaciones a denunciarla.
«Es muy positivo que se haya puesto de manifiesto que esa realidad está ahí», insiste la citada sindicalista. Hasta ahora, el acoso sexual laboral es un tabú y sólo se denuncian un 1 % de los casos. Cerdeiriña explica que las víctimas tienen miedo a verse solas y a no tener el respaldo de su empresa, ni el de sus compañeros de trabajo; así como la pérdida del empleo, entre otras represalias.
Sin embargo, el apoyo social que ha recabado Jennifer Hermoso ha dado a entender que la sociedad, aunque con excepciones, apoya a las víctimas que sufren acoso sexual laboral. «También es muy favorable que las mujeres hayamos salido de forma mayoritaria a apoyar a Yennifer Hermoso», razona. En este sentido, insiste en que «la parte positiva es que las mujeres cada vez son más conscientes del problema», pero reitera en que «les cuesta denunciar por falta de medios o miedo a no ser creídas o a ser despreciadas».
Pese a los avances logrados en los últimos días, asegura que se trata de un tema en el que queda mucho trabajo por hacer y una prueba de ellos son las muestras de machismo que se han hecho latentes por parte de determinadas personas. Sin embargo, insiste en que hay que aprovechar esta ola de denuncia contra el acoso sexual que se ha suscitado para acabar con esta lacra social que padecen tantas féminas. Para ello, defiende que es fundamental la implicación de todas las administraciones públicas y seguir insistiendo en la concienciación social.