«Me duele que solo se hable de Luis Rubiales y no de las jugadoras y el papel que tienen. Porque si echo la vista 25 años atrás, me pongo a reír si nos dijeran que podríamos jugar un Mundial y ser campeonas. Al final, el trabajo es de todas las que han luchado para que el fútbol femenino avance. Por Pili Espadas, por Estefanía Banini o Chus Tamurejo, entre muchas». Son las palabras de Mari Paz Cerdà, veterana del fútbol femenino y presidenta de la Agrupación Deportiva de Son Sardina, que tiene claro que desde el viernes, «hay un antes y un después».
El presidente de la Real Federación Española del Fútbol (RFEF) no dimitió a pesar de estar en el ojo del huracán por propinar un beso a la jugadora Jennifer Hermoso, sin consentimiento como ella misma comunicó, y su actitud machista. El caso Rubiales ha trascendido más allá del beso. Los profesionales del fútbol en Mallorca entrevistados por Ultima Hora dejan claro que existen complejidades subyacentes relacionadas con la igualdad de género en el deporte, con la sociedad y con la propia Federación. Que ya hablamos de términos como «respeto y consentimiento» y que la historia pone de manifiesto «que incluso en momentos de triunfo, las profesionales se enfrentan a desafíos relacionados con el género», como expresa Tòfol Villalonga, psicólogo deportivo.
«Las campeonas han mostrado su valentía y son todo un ejemplo diciendo que dejaban la selección. Han demostrado que no están atadas a una federación que, además, no ha hecho nada por las mujeres», señala la presidenta de la Asociación de Mujeres Futbolistas, Mar Mas. Considera que España, ahora mismo, «es el hazmerreír» a nivel internacional, y que de nada sirven las «amenazas económicas o de retiradas de licencias» de la propia RFEF hacia ellas.
El apoyo es «máximo» para las 23 campeonas del Mundial. Por ello, los profesionales consultados creen que ahora es el momento de crear una federación «propia» –solo femenina– para las jugadoras. «La Ley del Deporte se acaba de actualizar después de 30 años y ahora hay que reglamentarla», sostiene Mas. «Todas sufren la discriminación del sistema deportivo español, que es endogámico y corrupto. El sistema se protege a sí mismo y por eso no se ha destituido a Rubiales desde el primer momento», critica Mar Mas.
Otros tiempos
La jugadora mallorquina Mari Paz Cerdà recuerda que cuando tenía 21 años no se permitía que las profesionales fueran a un Mundial. Pero que gracias a la lucha constante se han conseguido cosas extraordinarias. Y lo dice esta futbolista que a día de hoy «veo a niñas que lloraron cuando conocieron a Cata Coll y Mariona Caldentey. Esto, hace 10 años, era impensable que ocurriera. Ahora en el Son Sardina llevamos cinco equipos de niñas».
Pili Espadas empezó a jugar a fútbol hace más de 25 años cuando en ese momento ver a una niña jugar es que era «marimacho», rememora. Admira la valentía de las jugadoras de la selección española de fútbol: «Hemos sido campeonas del mundo y ha durado un día. Al segundo y tercero, solo se hablaba de Rubiales. Me entristece que esto ocurra en este país».
Espadas es la cabeza principal del club de toda su vida, el Collerense, y la jugadora balear con más temporadas continuadas a sus espaldas. Si echa la vista atrás, «no éramos nada en el fútbol y hoy las mujeres tienen posibilidades, infraestructuras y clubes que las respaldan. Siempre ha habido actitudes machistas hacia nosotras, pero no se puede permitir esto en el siglo XXI. La sociedad avanza y por ello considero que hay altos cargos del deporte, que pagamos todos, que deberían tener una imagen y mostrar respeto. Es hora de tomar decisiones», opina.
El apunte
Apoyo del Moviment Feminista de Mallorca a todas las jugadoras
El Moviment Feminista de Mallorca también aportó su granito de arena contra LuisRubiales difundiendo ayer un comunicado en el que manifestaban que la conducta del presidente de laRFEF es «inaceptable», «sexista» y de «abuso de poder», no solo por el beso que le dio a la jugadora Jennifer Hermoso tras la victoria, que es«la punta del iceberg», sino que señalan su actitud «machista» que llevan criticando las jugadoras desde 2015.