El sistema de información del Servei d'Epidemiologia de la Conselleria de Salut, que se encarga de la vigilancia de las olas de calor, ha investigado hasta 43 sospechas de golpes de calor desde mayo, de las cuales se han confirmado tres. Se trata de dos personas de 50 años y un joven de 26. El factor de exposición de estos casos estuvo relacionado con actividades asociadas al trabajo en el campo, actividades deportivas y laborales en la cocina. Según informan desde el servicio, dos de esos golpes de calor se notificaron entre el 18 y 19 de julio, cuando Mallorca sufría su segunda ola de calor y se encontraba en aviso naranja. El tercer caso se registró este mes de agosto.
Los tres casos se recuperaron favorablemente. Hay que tener en cuenta que el sistema de información empezó a operar desde mayo y continuará recibiendo sospechas por olas de calor hasta septiembre. En los años 2017 y 2019, Balears registró el mayor número de casos por golpes de calor, que fueron 15 y 9 confirmaciones respectivamente. El resto de temporadas estivales apenas superan los cinco o seis casos. Por otra parte, no se han registrado este año alertas por mortalidad. Los últimos datos corresponden a año 2017, donde hubo 11 casos. Y en 2020 se notificó uno.
Incidencias
La Conselleria de Salut ha comunicado un total de 15 incidencias por altas temperaturas, 13 de nivel amarillo y dos en alerta naranja. Los factores asociados son diversos, desde la deshidratación hasta enfermedades cardiovasculares. La tercera edad es el grupo más vulnerable a la hora de sufrir las consecuencias de las temperaturas. Otro de los factores predisponentes a sufrir problemas graves por el calor extremo tienen que ver con el grado de humedad, la falta de aclimatación al calor, la ingesta hídrica insuficiente, la obesidad, psicopatías o padecer enfermedades que dificulten la sudación, entre otros.
¿Qué síntomas aparecen cuando sufrimos un golpe de calor?
Las principales señales que aparecen pueden ser desde vómitos, debilidad, náuseas hasta estados de letargia. Desde Salut han elaborado una lista de recomendaciones para las empresas para que actúen ante los efectos del calor, como detectar y evaluar la posibilidad de que durante la jornada laboral pueda haber riesgo de golpe de calor. Por otra parte, es fundamental adaptar los horarios de trabajo y limitar el tiempo o la intensidad de exposición en el exterior; evitar las actividades físicas intensas; incentivar la hidratación o vigilar el estado de salud de los trabajadores.