Desde este jueves 10 de agosto no dejan de aparecer gallinas muertas en un descampado en Son Rapinya. Vecinos de la zona avisan de la muerte de las aves que habitan en tres colonias silvestres y son muy populares entre los residentes. A falta de confirmación oficial se extiende el rumor de que han podido ser envenenadas. No es la primera vez que ocurre.
Fuentes vecinales aseguran que un operario de Emaya se ha topado la mañana de este viernes 11 de agosto con los cuerpos de las Kikas y que es el segundo día consecutivo en el que hallan ejemplares muertos. Las gallinas del descampado son las llamadas gallinas enanas, kikas o pililis. De plumaje abundante y vistoso, son especialmente esbeltas y de variados colores. Tienen una cola más pequeña que las gallinas de tamaño promedio, al igual que la cresta.
Las gallinas no tienen aparentemente un propietario y son los vecinos y personas que pasean por la zona quienes tienen por costumbre alimentarlas con pienso y otras semillas. Los fines de semana es habitual verlas en un parque cercano aprovechando los restos de comida que dejan los jóvenes que van al restaurante de comida rápida.
Fuentes de Emaya han confirmado a este diario el hallazgo de las aves muertas así como de otros ejemplares en muy mal estado que han tenido que ser sacrificados. «El Servicio de recogida de animales muertos ha trasladado los cuerpos de los animales a Son Reus y lamentablemente ha habido que sacrificar algunas gallinas que estaban agonizando», dice. Las mismas fuentes indican que ya se ha dado traslado de los hechos a la Policía Local que investiga lo sucedido y que a su vez dará traslado al Servicio de Protección Animal y al Seprona. «En este momento no hay evidencias de una causa clara de la muerte», concluyen.