Mallorca es tierra de acogida de numerosas nacionalidades que eligen la Isla para vivir, trabajar o pasar un tiempo en sus vacaciones. Gente de todo el planeta aterriza a lo largo del año, aunque es en verano cuando se dispara esa población flotante. Para prestar servicio y ser punto de apoyo a esos ciudadanos, la Isla cuenta con una potente red consular, que ronda cerca de medio centenar de países con representación. Algunos cuentan con consulados estructurados y con potencial logístico, dada la elevada población residente o visitante, caso de Gran Bretaña, Alemania o Francia, creciendo en los últimos años estados del continente americano (Argentina, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú...) y apareciendo delegaciones diplomáticas africanas de nuevo cuño, como Marruecos o Túnez, aunque la mayoría de delegaciones son de carácter honorario y europeas. Un caso especial es el de Estados Unidos, con una Agencia Consular históricamente consolidada, al igual que Rusia tiene su cuota, aunque el que más ha llamado la atención recientemente es el de Kazajstán, un país en vías de expansión que ha apostado fuerte por Mallorca.
El último en sumarse a esta lista de consulados será Paraguay, que espera poder tener todo a punto para el mes de septiembre. Pero más allá de los países tradicionales y con más peso, hay otros que cuentan con un consulado propio en Mallorca, y en consecuencia en Baleares, que llaman la atención. Gestiones de urgencia con el consulado general de referencia o atención a residentes y turistas son sus principales ocupaciones, además de atender compromisos institucionales varios.
Lo hacen por su singularidad geográfica, siendo lejanos de nuestro país, por ser pequeños estados o por apenas tener población en la Isla, aunque sí la misión de establecer vínculos culturales, económicos o empresariales con las Islas. Y se apoyan, generalmente, en abogados que conocen el marco legal español y saben moverse a nivel burocrático cuando se les requiere.
Kazajstán. Un 'gigante' en expansión
Uno de los últimos en instalarse y que llama la atención es el de Kazajstán, un gigante a caballo entre Europa y Asia, cuya baja densidad de población contrasta con su gran riqueza en recursos naturales, destacando sus altos ingresos por la venta de petróleo, gas o uranio. El abogado, politólogo e historiador del arte Luis Juan de Sentmenat es su cónsul honorario en Baleares desde hace justo un año, aunque su apertura oficial se realizó en octubre de 2022. «Es un país que se está abriendo al exterior, con una transición pausada hacia la democracia», refiere el representante kazajo en las islas. El reto del gobierno de Kassym Jomart Tokayev es «industrializar el país y abrirse al exterior, pues antes de la guerra había financieros kazajos con intereses de inversión en diferentes zonas, especialmente del Mediterráneo, como Andalucía, Cataluña o Baleares, donde se ha apostado por abrir consulado, teniendo en cuenta que la Unión Europea es su principal socio», proseguía Juan de Sentmenat desde su despacho.
La formación académica y profesional del cónsul honorario de Kazajstán le hizo ser propuesto por el Ministerio de Asuntos Exteriores para encabezar esta delegación diplomática, que tiene controladas a unas 70 u 80 personas de aquel país en todas las islas.
Su principal misión es «atender a los ciudadanos kazajos en casos de urgencia, pues pasaportes y documentación es cosa de Barcelona; e impulsar relaciones comerciales, económicas y culturales con España, o con Baleares en este caso», añade Luis Juan de Sentmenat, quien ha tenido la ocasión de visitar Kazajstán y ha recibido la visita del embajador en España. «Con el Consejo Empresarial Hispano-Kazajo se fomentan las relaciones comerciales, conocimos las empresas nacionales de inversión y exportación y nos recibió el ministro de Asuntos Exteriores», explicaba, a la par que se muestra sorprendido por «la poca inversión española en Kazajstán, mínima comparada con Alemania, Italia o Francia», aunque admite que «el turismo es un tema que les interesa».
De sus funciones, destaca «el caso de los niños en adopción, haciendo seguimiento, además de asistir a ciudadanos kazajos, por lo que tenemos relaciones con las fuerzas de seguridad y las autoridades», además de acercarse a la Cámara de Comercio y otras entidades, con el objetivo «de establecer contactos para la exportación de productos a Kazajstán».
Malta. El nexo mediterráneo y marítimo
En el centro del Mediterráneo, un pequeño Estado comparte muchos nexos culturales con Mallorca y posee también un consulado honorario en el centro de Palma. Pau Collado es el representante de Malta en las islas desde 2004, cuando la embajada en Madrid apostó por tener presencia en ciudades portuarias, por la cantidad de embarcaciones que navegan, especialmente por el Mediterráneo, bajo bandera maltesa, y que en el caso del Port de Palma, atracan de forma constante. «Era el presidente de Jóvenes Empresarios de España, en la directiva de la CEOE y pensaron en mí», explica Collado, que en el archipiélago posee una población controlada de poco más de una veintena de personas «que residen por motivos profesionales o personales en algunos casos», centrando su labor en acciones como «la asistencia a los ciudadanos o turistas, la tramitación de pasaportes o nacimientos y su inscripción, aunque lo principal es la atención a embarcaciones con bandera maltesa», pues turistas «hay pocos, especialmente en Ibiza, aunque sí algunas personas que trabajan en la industria del turismo o el ocio», admite.
Cada dos años, Pau Collado y el resto de cónsules viajan a Malta para ser informados de la situación del país y recibir formación. De ese diminuto Estado destaca «su gran promoción empresarial y comercial y su formación marítima». Destaca la vinculación entre Mallorca y Malta a través de la familia Cotoner, mediante la Orden de San Juan de Malta, además de la presencia de mallorquines «que van a estudiar inglés y algunos que viajan por turismo, sí», pero a su vez remarca que «los recursos y los problemas de Malta son los mismos que los de Mallorca. Por ello han venido ministros para conocer sobre el terreno puntos como el flujo turístico, la gestión de residuos, la industria turística…», remarca Pau Collado, que de sus inicios recuerda con sentido del humor las referencias «al famoso 12-1. Era de lo que todo el mundo me hablaba», asegura.
Brasil. Una amplia colonia y un toque exótico
Es un país gigantesco, una de las grandes potencias del cono sur americano, pero siempre llama la atención por su exotismo. Brasil también posee un consulado honorario en pleno Jaume III. Y a sus mandos, Ansgar Henrique Thüne acumula ya una larga experiencia, después de asumir el cargo en 2014, recogiendo el testigo de Sandra de Melo, estando hasta 2018 para regresar a Mallorca en 2022. De origen alemán, su padre fue diplomático en Brasil y allí se crió Thüne, quien además posee la nacionalidad estadounidense y está casado con una brasileña. «Más o menos, son unos 8.500 residentes en Mallorca, pero hay muchos con doble nacionalidad, por lo que podemos hablar de más de 10.000», de los que refiere el cónsul honorario que «la mayoría vienen por trabajo, pero hay más conexiones».
Entre las misiones de Ansgar Henrique Thüne destaca la de «poseer una representación oficial, contactar con instituciones, polícia, Guardia Civil… Visitar a los presos, que hay una docena actualmente, por si necesitan aistencia», además de abrirse a «contactos con empresas para negocios o realizar eventos promocionales, como pueden ser exposiciones, conciertos o dar a conocer productos como el vino, el café o la cachaza».
A nivel burocrático, el peso lo lleva la oficina de Barcelona, aunque «una o dos veces viene un consulado itinerante», pero Thüne está disponible para emergencias y atender a los ciudadanos brasileños que puedan requerir una asistencia urgente, siendo «un orgullo» poder ostentar ese cargo, que le permite «mantener contacto con otros compañeros, compartiendo experiencias que siempre suman y enriquecen», afirma.
República Checa. Atención al ciudadano y el turista
Regresando a Europa, pero ahora la continental, uno de los que más recorrido acumula es Dalibor Ciak, que desde 2008 es cónsul honorario de la República Checa. Llegó en 1994 a la Isla como guía turístico «y a ser el jefe, tenía contacto con la embajada», recuerda. Ya a finales de los años 90 le ofrecieron este puesto, pero no fue hasta un nuevo intento en 2006 cuando cristalizó esa idea, para abrir la oficina de atención en 2008. «Emitimos pasaportes provisionales, verifico firmas, documentos, solicitudes de nacionalidad…», explica el representante checo en Mallorca, que en Baleares calcula que cuenta con unos 2.000 compatriotas. «Los residentes habituales hacen trámites en Madrid o en la República Checa incluso», recuerda, destacando su atención en casos de urgencias, «aunque lo más grave son accidentes, detenciones, hospitalizaciones… o si hay fallecimientos en función de la situación, colaboramos también», prosigue.
Valora como «algo importante» y «un honor» poder ostentar ese cargo de cónsul honorario «porque puedes ayudar a tu país, a tus compatriotas», a la vez que permite esta presencia «poder establecer relaciones entre Baleares y la República Checa, pero por encima de todo, ayudar y sumar», relata Dalibor Ciak, a quien ilusiona la posibilidad de abrir «nexos culturales especialmente» y agradece «la buena relación con el resto de cónsules, que nos permite compartir información y ayudarnos en momentos en que necesitas solucionar algunas dudas legales que pueden surgir», comenta desde el despacho de abogados palmesano donde se ubica el consulado checo.
México. Una comunidad con peso
De nuevo cruzamos el Atlántico para descubrir que, en Baleares, existe una comunidad de unos 3.500 mexicanos desperdigados por todas las islas. El dato lo aporta Ana Moreno Díaz-Rubín, que hace más de 40 años vive en Mallorca, aunque es natural de Puebla, y desde 2001 ostenta el cargo de cónsul honoraria, contando con una oficina de atención en el corazón de Palma. «Hace años, el gobierno mexicano buscaba a una persona del país para representarlo en Baleares. Y tuve el honor de recibir ese encargo», comenta desde su domicilio, donde también atiende en casos puntuales y de urgencia.
Con el paso de los años, ha visto cómo el consulado general de Barcelona ha asumido más competencias, pero sigue atendiendo en casos como los robos de pasaportes o cuestiones que puedan afectar a los ciudadanos mexicanos que residan de manera fija o estén de paso por la comunidad. «Recibo muchas llamadas para solicitar información sobre trabajo en México, a nivel de hostelería o incluso en empresas de electricidad», durante un largo periodo en el que ha podido conocer en Madrid a presidentes como Calderón o Peña Nieto.
También le ha tocado intervenir en asuntos relacionados con menores o maltrato, además de en casos mediáticos como el de Alonso Ancira, el 'rey del acero', detenido y preso durante un tiempo en Mallorca, además de atender casos especiales «como los de muchas personas que se conocen por Internet, se casan y piden certificados o actas de nacimiento», destacando la presencia de muchos compatriotas en Ibiza, algunos en Formentera y unos pocos en Menorca.
Fechas especiales como el Día de Muertos o el Día de la Independencia son momentos en «los que suele haber encuentros y se celebran de manera más especial», buscando «estrechar lazos a nivel cultural y social con Mallorca y Baleares, aunque mi principal función es la de atender a nuestros compatriotas si lo necesitan», en un cargo que «te hace estar operativa 24 horas, pero es una labor a la vez gratificante», añade Ana Moreno Díaz-Rubín, quien confiesa que le hace «ilusión poder conocer a Javier Aguirre», el entrenador mexicano del Real Mallorca.
Rumanía. Interés por los lazos culturales
Al final de la pandemia, Alexandru Lazar tomó las riendas del consulado honorario de Rumanía en Baleares. Fue en septiembre de 2021, para dar atención y voz a los cerca de diez mil compatriotas que tiene censados el INE en las islas. Pese a viajar bastante, «tengo bastante trabajo telemático», asegura el representante de ese país, con muchos nexos culturales con España y Baleares. «El objetivo que tengo es crear y consolidar lazos económicos, culturales y académicos, además de servir de nexo con el consulado de Barcelona», pues no pueden emitir documentos.
Las redes sociales y su página de Internet han sido dos plataformas de lanzamiento y difusión importantes para darse a conocer, dentro de una labor que es «voluntaria, sin retribución, pero que hago con orgullo y dedicación. Es una forma de ayudar a la sociedad y devolverle algo de lo que nos ofrece», explica Lazar, que antes de llegar a Mallorca pasó por Granada y Barcelona, para completar sus estudios de Derecho y un Máster.
Un reto que tiene Alexandru Lazar es el de «desarrollar actividades culturales, como una Muestra de Cine Rumano en septiembre», pero reconoce también que es un cargo «que da bastante trabajo», relatando sus funciones «que pasan principalmente por atender en caso de pasaportes o documentos extraviados, accidentes, ciudadanos ingresados en hospitales... Todos los casos merecen ser tratados con la misma importancia», espeta, porque entiende que «el problema de cada uno es importante».
Islandia. El país por descubrir
A miles de kilómetros al norte de Mallorca, relativamente cerca del Polo Norte, Islandia se presenta como un país por descubrir, con espectaculares recursos y paisajes naturales que le hacen singular. Como lo es su presencia en Baleares, donde Joaquín Gual de Torrella ostenta el consulado honorario, refiriendo «una veintena, o un poco menos» de islandeses instalados en el archipiélago. Destaca el reconocido abogado que «el vuelo directo hasta Reykjavik en verano ayuda a atraer a turistas, aunque son gente discreta», asegura al deshacerse en elogios hacia un Estado «ejemplar».
De hecho, Islandia no tiene Embajada como tal en España, sino que está en París, aunque sí hay consulados en lugares concretos. Uno de ellos es Baleares. «Conocía al anterior cónsul honorario y al retirarse, me propuso para continuar con su labor», añade, espeficicando que sus principales cometidos son «hacer pasaportes de emergencia, por pérdida o robo, o certificados de vida, principalmente, además de atender algúna urgencia o accidente, aunque con la poca población residente, apenas existe», prosigue Gual de Torrella, que cumple una década en el cargo, al que accedió en 2013.
Miembro de la Cámara de Comercio Hispano-Islandesa, ha visitado de forma oficial o particular en varias ocasiones aquel país, «que ha encontrado en el turismo una fuente de ingresos importante. De hecho, se intentó intercambiar experiencias en este campo con Baleares», dentro de la línea de actuación de una oficina consolidada dentro del mapa de consulados en las islas, siendo uno de los que menos volumen humano mueve, pero que ofrece garantías a esos pocos residentes, pero a la vez cada vez más turistas que aterrizan en unas islas que precisan de estas figuras al ser un foco de atención para gente de todo el planeta.