Desde primera hora de la mañana de este miércoles vuelve a estar permitido fumar en las terrazas de los bares y restaurantes aunque ya los haya que motu proprio hayan decidido seguir con la medida y declararlos espacios libres de humo. «Ya era hora, lo que no tenía sentido tener que levantarse para, al final, fumar de pie y justo al lado de la mesa», declaraba María Ramis, sentada en el bar Central, de Palma. Sin embargo ha sido la misma clienta la que ha avisado a la trabajadora del establecimiento de la nueva medida. «Si está segura de que es así, puede fumar», le han contestado. Al fin y al cabo, los bares y restaurantes podían advertir pero los clientes quedaban a expensas de posibles multas.
Baleares, junto a la Comunidad Valenciana, eran las dos únicas autonomías con la prohibición de fumar en las terrazas, así como en la vía pública a menos de dos metros del resto de peatones. La medida ha quedado anulada al publicarse este miércoles, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el fin de la crisis sanitaria. Con ella, decaen todas las normativas que se decretaron en su día a causa de la COVID-19.
Acaba de aprobar, poca gente conoce el regreso a antiguas costumbres, pues en los bares todavía los hay que se levantan para fumar. El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), José Reyes, apela a la responsabilidad de la población para mantener estos espacios libres de humo, una medida que «ha sido positiva, bien aceptada y no ha generado conflictos», señala. A su vez, solicita la reactivación de una ley nacional antitabaco para dar cobertura a estas propuestas y proteger así «la salud de los no fumadores, que representan a más del 70 % de la población».