Alrededor de un millar de niños y adolescentes de Mallorca en situación de vulnerabilidad, riesgo de pobreza o exclusión participarán en los campamentos, colonias urbanas y centros abiertos gratuitos del programa CaixaProinfancia. Este proyecto de la Fundación 'la Caixa' pretende fomentar que durante la época estival «sigan sus aprendizajes mediante el juego y facilitar la conciliación de las familias», según ha indicado la entidad social en una nota de prensa. A través de estas experiencias, los menores que viven en hogares con dificultades económicas y sociales pueden «desarrollar herramientas personales beneficiosas para su éxito educativo».
Las actividades las desarrollan 12 entidades sociales de Mallorca vinculadas al programa y más de 320 en todas las comunidades autónomas, que permiten disfrutar de ellas a cerca de 30.000 menores de todo el Estado. Tal y como concluye el reciente estudio publicado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil en colaboración con la Fundación 'la Caixa', el coste de la pobreza infantil tiene «impacto a largo plazo no sólo en el plano individual, sino también para el conjunto de la sociedad». Sin ir más lejos, la pobreza infantil tiene un coste de, al menos, 63.079 millones de euros al año, que se traducen en unos 1.300 euros anuales por persona y suponen el 5,1 por ciento del PIB anual, en cifras de 2019. «El 27,4 por ciento de los niños todavía hoy se encuentran en riesgo de exclusión social y el verano se convierte en una época aún más compleja para muchos de ellos y sus familias», ha manifestado el subdirector general de la Fundación 'la Caixa', Marc Simón.
Por eso, ha destacado que la entidad «refuerza su compromiso con este servicio de actividades» para que los niños puedan «desarrollar sus potencialidades y conseguir de este modo dar un paso más hacia la igualdad de oportunidades futuras». El acceso a actividades educativas de calidad en el ocio influye en los resultados escolares y es reconocido como un factor importante condicionante del éxito educativo. La situación de pobreza, asociada a un conjunto de necesidades educativas dentro y fuera de la escuela, se refleja en el rendimiento académico, la integración social y el despliegue de las competencias personales. Se estima que más de tres cuartas partes de los aprendizajes adquiridos de una persona adulta provienen de fuera del sistema educativo, es decir, surgen en través de la educación 'no formal' --referida a cualquier acción educativa estructurada no escolar-- e 'informal' --en referencia a la influencia producida por la inmersión en un entorno o ambiente social--. Por eso, el programa CaixaProinfancia promueve el acceso a «actividades educativas de calidad en el tiempo libre como motor de cambio y mecanismo de empoderamiento entre los menores», ha rematado la organización social.