La noticia de la renuncia del presidente y fundador de Meliá, Gabriel Escarrer Juliá, como máximo ejecutivo de la cadena hotelera y ceder el mando a su hijo, Gabriel Escarrer Jaume, ha sorprendido al sector turístico y empresarial balear, español e internacional por el momento en que se ha producido. Era algo previsto, pero el día elegido ha coincidido con la celebración de la junta general de accionistas, que tiene lugar este jueves en Palma.
El CEO y vicepresidente ejecutivo hasta la fecha, cargos que venía desempeñando desde 2009 tras el proceso de sucesión interna propiciado por el fundador, siempre ha tenido como referente personal y empresarial a su padre. Él ha repetido, una y otra vez, que «fue el visionario que fundó nuestra empresa en los años cincuenta y ha sabido conducirla fuerte y unida hasta la actualidad». Y en cualquier momento que así se lo han preguntado ha declarado que «no solo ha sido un padre extraordinario y un ejemplo personal, sino también una influencia muy poderosa para mi desarrollo profesional, y sobre todo, me ha enseñado a amar lo que hago, llevándome desde pequeño a visitar hoteles cogido de su mano».
Tanto es así que, junto a su hermano Sebastián, su padre les decía que los llevaba de excursión, pero curiosamente no era para ver playas sino para que conocieran cómo funcionaban los hoteles, desde la recepción a las cocinas. No es de extrañar que el «gusanillo hotelero» calara en él y que, con el paso de los años, siguiendo la estela del fundador, fuera el artífice de la mayor expansión de Meliá Hotels International. En en un encuentro privado con su padre en hotel Fénix Gran Meliá, al respecto, explicaba a los comensales: »Cómo no iba a dedicarme a esto con lo que hacía mi padre«.
Gabriel Escarrer Jaume es dialogante, sabe trabajar en equipo, elegir a los mejores colaboradores y conocer «in situ» cómo funcionan los establecimientos allí donde estén ubicados, ya sea Cuba, Dominicana, México, China, Vietnam o en cualquier capital europea, caso de Londres. Si hay algo además que le caracteriza es que sabe valorar el esfuerzo de todo su equipo y darles las gracias por ello cuando acaban los actos organizados, porque sabe las horas que han metido para dar la mejor imagen de la empresa. Es un empresario exigente que vive por y para Meliá, lo cual lo aprendió de su mentor, y una persona muy cercana que ama Mallorca, a sus amigos y es muy familiar.
Y si hay otra faceta que le caracteriza, pese a sus múltiples compromisos, es que apuesta por el asociacionismo, de ahí la presidencia en la Alianza para la Excelencia Turística Exceltur, y el saber estar con todos los gobiernos, porque siempre busca lo mejor para la industria turística y hotelera. Sabe negociar y ayudar, pero al mismo tiempo defender lo que es y representa el turismo. Gabriel Escarrer Juliá siempre ha aprovechado cualquier acto para valorar el trabajo de su hijo y decir que deja la empresa «en las mejores manos».