Gabriel Le Senne Presedo, el recién elegido presidente del Parlament de Baleares con los votos del PP y de Vox, nació en Palma en 1977. Es abogado, especialista en Derecho Civil y Mercantil y su formación académica consta de una doble licenciatura en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia Comillas. Máster en Asesoría Jurídica de Empresa (MAJ) ha sido jurídico de su partido, Vox. Acaba de dar por iniciada la XI legislatura, ha mantenido una breve reunión con el resto de la Mesa de la Cámara y conversa brevemente con este periódico.
Es la primera vez que ocupa un cargo público: la presidencia del Parlament, el segundo puesto de rango institucional después de la Presidència del Govern, es el más destacado que ha ocupado nunca Vox en las Islas. Su padre, Gabriel Le Senne, fue director general de Carreteras en uno de los gobiernos de Gabriel Cañellas. Este martes estuvo en la toma de posesión.
Es usted el primer alto cargo de la extrema derecha en Baleares.
—Bueno, no creo que Vox sea un partido de extrema derecha. Y yo no me considero de extrema derecha. Es lo que he querido enfatizar en el discurso, que quiero hablar con todos los grupos y que en la política falta sosiego y un debate racional. Si se mira bien lo que Vox lleva en su programa, queda claro que no es un partido de extrema derecha.
Sus artículos y comentarios parece indicar lo contrario.
—¿Qué comentarios?
Los referidos a las mujeres, a los colectivos LGTBI y otros pueden parecer de extrema derecha. Y también los negacionistas de las vacunas...
—¿Negacionistas de las vacunas? Me pasé la pandemia escribiendo artículos en Mallorca Diario y si los ha seguido conocerá mi opinión. Si ha leído lo que he escrito verá que mi posición es clara. No comparto ni entiendo muchas decisiones que se aplicaron durante la pandemia y, desde luego, esa obsesión en vacunar a los niños sanos. Escribí una columna al respecto y creo que el tiempo me ha dado la razón. No vacuné a mis hijos y estoy muy contento de haber tomado esa decisión.
¿Al decir ‘Viva Balears' en castellano y ‘Viva España' en catalán ha querido significar algo?
—Es una forma de expresar el bilingüismo y he cambiado intencionadamente de idioma para expresiones donde no se utilizan habitualmente. Si digo ‘Visca Espanya', en mallorquín, es una forma de suavizar el ‘Viva España' y eso me parece lo natural. No creo que decir ‘Visca Espanya' o ‘Viva España' pueda ofender a nadie. Con eso no quiero provocar, es una manera de expresar mi amor por la patria y nada más. Si ha seguido mis artículos sabrá que yo soy liberal e incluso libertario, no de extrema derecha.
¿Que haya sido elegido esta mañana presidente del Parlament supone que ya está hecho el pacto para la investidura?
Todavía no está cerrado pero yo espero que pueda cerrarse muy pronto.
¿En ese llamamiento al sosiego y los acuerdos incluye a los partidos que no le han votado?
Por supuesto, mi intención es realizar mi labor lo mejor posible y con total neutralidad, guiándome por la ley y también por el sentido común.
¿Cuándo se celebrará la primera reunión de la Mesa y se organizará la investidura?
Lo antes posible. Estamos trabajando en ello, lo que pasa es que ahora hay algunas dificultades para venir desde Menorca por los vuelos y porque llega San Juan.