María Dolores Pujadas es la delegada regional en Baleares de la Real Liga Naval Española, doctora en Psicología por la UIB y miembro del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC). Ayer participó en una conferencia que organizó el Centro de Historia y Cultura Militar de Baleares sobre Apoyo psicológico en situación de catástrofes y emergencias de carácter militar y civil.
¿Por qué es importante el apoyo psicológico en las catástrofes?
—Hay cada vez más miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sobrepasados por la situación social que tenemos, bien por la falta de personal, bien porque se encuentran ante hechos de carácter delictivos y muy violentos. Ellos intentan ser apoyo para la población, pero he podido comprobar, por mi experiencia, que ya no hay respeto hacia ellos, sobre todo por los más jóvenes, quienes se atreven a agredirlos. En los últimos meses, ha habido policías asesinados a manos de grupos violentos. Las Fuerzas de Seguridad cada vez reclaman más apoyo y uno de esos apoyos es el psicológico.
¿Qué tipo de ayuda ofrece este psicólogo especialista?
—Los que trabajamos en la intervención de emergencias o catástrofes atendemos las necesidades emocionales durante la labor de las fuerzas de seguridad, a responder ante sus estímulos y a devolverles la normalidad al entrar en shock. En las incidencias críticas –las colaboraciones más comunes son en ahogamientos, en inundaciones o en accidente de tráfico–, el psicólogo estará ahí. Cabe recordar que estas autoridades son personas, aunque antiguamente se creyesen que no porque debían de ser los más fuertes. Y no. Todos nos rompemos.
¿Cómo es vuestro trabajo en una situación crítica?
—En caso de una catástrofe, nos situaríamos en carpas, en el puesto de mando. Se trabaja en coordinación entre el GIPEC y la Guardia Civil, Bomberos o la Policía Nacional. Los psicólogos, aparte de un apoyo emocional, somos una figura importante entre las funciones de asesoramiento o dirección. Incluso el psicólogo de emergencias hace acciones de gestión. Nos convertimos en los gestores de las autoridades.