Los sindicatos UGT y CCOO han convocado las manifestaciones del 1 de mayo con la subida de sueldos y la bajada de precios de nuevo como principales proclamas reivindicativas. A pesar del cierre del convenio de hostelería y de los aumentos salariales en otros sectores, las organizaciones sindicales amenazan con huelgas generales antes del verano en los sectores con convenios colectivos bloqueados, especialmente en el sector del metal y en las lavanderías.
Los secretarios de UGT y CCOO en Balears, Lorenzo Navarro y José Luis García, han hecho un llamamiento a la clase trabajadora para salir en masa a las calles el próximo lunes en una marcha que recorrerá las calles del centro de Palma bajo el lemas Subir salarios, bajar precios y repartir beneficios. Al mismo tiempo, recordaron que las manifestaciones de este año estarán marcadas por las proximidad de las elecciones, por lo que animaron igualmente a los trabajadores a «participar activamente ejerciendo su derecho al voto». Aunque descartaron pedir abiertamente el voto por ninguna opción política, pidieron «que el voto sea consecuente con las propuestas que representen mejor los intereses de la clase trabajadora».
«Gobierne quien gobierne tras las elecciones, la vivienda tiene que ser un tema de Estado», señaló Navarro para añadir que sin vivienda a precios asequibles la ciudadanía no puede disfrutar de una verdadera calidad de vida, «aunque tengan un empleo y sea indefinido».
Asimismo, ha advertido de que la posibilidad de las movilizaciones sigue sobre la mesa, especialmente si no acaba de concretarse la firma de los convenios que siguen todavía en el aire. «Parte significativa de las subidas de precios viene por el exceso de beneficios empresariales». En ese sentido, los portavoces sindicalistas cargaron duramente contra la «avaricia empresarial de las patronales», que consideran el principal obstáculo para la firma «de un acuerdo estatal que serviría no solo para incrementar los salarios con la renovación de los convenios, sino también para desarrollar la reforma laboral y apostar por un modelo económico sostenible».
Por su parte, García se ha referido a la necesidad de «fortalecer los servicios públicos que sustentan el estado del bienestar: sanidad, vivienda, pensiones y prestaciones». En ese sentido, apostó por seguir la senda de las líneas políticas desplegadas durante la pandemia y la crisis inflacionista, «hechas desde el consenso y pensadas en las personas, no como en las crisis anteriores en las que solo se protegió el capital».