Síguenos F Y T L I T R

Los psicólogos luchan por regular las terapias alternativas y evitar grupos y sectas que manipulan

En Baleares se han detectado al menos 20 grupos esotérico y cada vez proliferan más

Imagen del pueblo de Deià, cumbre de los retiros espirituales en la actualidad. | Jaume Morey

| Palma | |

Se hacen llamar líderes con superpoderes, guías espirituales o sanadores que conseguirán deshacerte de todo mal que habita en tu espíritu. Internet o los chats de Telegram son una fuente directa para captar personas en busca de respuestas. El problema que hay, en los últimos años, es que cuesta diferenciar ya entre lo que es verdad y lo que es mentira. Lo que sí ayuda al crecimiento personal de lo que puede causar destrucción.

«Me llamo X y soy santero babalawo, realizo limpiezas energéticas, trabajo la atracción…; chamán, maestro experto en soluciones de todo tipo; psicoterapeuta y facilitador integral, espiritualidad y toma de conciencia; retiro terapéutico con uso de plantas maestras (Ayahuasca); escuela arcturiana para la sanación planetaria y el ascenso personal».

Son solo algunos de los mensajes que aparecen en cualquier página abierta, en redes sociales y en grupos de pseudociencia. En Balears hay, al menos, una veintena de grupos esotéricos que prometen falsas ayudas para mejorar tu vida a cambio de dinero, y cada vez proliferan más. Hay expertos que vienen denunciando estas prácticas ya desde finales de los ochenta, cuando empiezan a impactar en este territorio, y luchan por que las terapias alternativas se regulen.

La psicóloga clínica Marga Barranco, experta en manipulación psicológica desde hace más de 30 años, menciona la peligrosidad detrás de las pseudoterapias o sectas pseudoreligiosos. «Te hacen imaginar que tu vida es un engaño, que lo adecuado es ahora lo que dice un líder. Este tipo de sectas o grupos lo que hacen es abusar de la persona. Están creciendo las víctimas, pero sobre todo las pseudoterapias».

Las sectas, los grupos de terapias alternativas, pseudociencias o pseudoreligiosos llevan existiendo desde hace muchos años y la forma de control siempre ha estado presente. «Las víctimas pasan por técnicas de manipulación y en los últimos tiempos los temas de sexualidad están muy a flote».


Recuperación
La psicóloga Marga Barranco asegura que, en caso de salir y acudir a un especialista, «la recuperación se consigue en relativamente poco tiempo, ya que aclara que lo principal que una persona, cuando sale, tiene que saber es entender qué manipulación se le ha hecho por parte de su líder o gurú. Eso es muy importante».

Por su parte, el psicólogo y fundador de la Asociación Iberoamericana sobre Abuso Psicológico, Miguel Perlado, explica que «estamos ante un fenómeno cambiante, no es una foto fija. Pero lo interesante es que en los últimos 15 años se han transformado hasta tal punto de contar estos grupos con profesionales».

«Por un lado, estos grupos, y las secta, se han insertado dentro del mercado de la globalización y en alguas ocasiones funcionan como una empresa de la 'iluminación'. Por otro lado, vimos un impacto muy fuerte en la pandemia, donde estos líderes han puesto en evidencia las teorías de conspiración, como la New Age, ciertos discursos espirituales...Aquí, figuras como los chamanes, han encontrado una impronta, pareciendo que son terapeutas, ayudando a ser mejores», explica Perlado.

El tema importante, sostiene, es que hay «grupos que se amparan en doctrinas o narrativas para aprovecharse, para dominar y controlar. Para explotar a la persona. Consiguen sectarizar las mentes de los demás». Es por eso que este psicólogo distingue entre sus múltiples publicaciones entre «grupos y sectas destructivas».

En la actualidad, es difícil controlar los grupos que se establecen en el país, pero apuntan los expertos a que habría más de 250, mientras que un 1 % de la población habría tenido algún contacto con algún secta o grupo a lo largo de su vida. Así Perlado evidencia la proliferación de gurús autoproclamados que reúne a un séquito de personas para el más puro beneficio.

Lo más visto