El Aixa-Llaüt del ParcBit, el único centro de Baleares que todavía separa a sus alumnos por sexo, está dispuesto a implementar la educación mixta para mantener las ayudas públicas que recibe de la Conselleria d'Educació. El concierto educativo de seis años que mantenía con la Administración, y que suma 2,4 millones de euros, caducó en enero. En el resto de centros concertados ha pasado lo mismo y ahora se deben de renovar. Sin embargo, la nueva ley educativa, la LOMLOE, prohíbe financiar con dinero público a los centros que segregan.
El centro, vinculado al Opus Dei, pretende implementar la educación mixta de manera progresiva, pero la Conselleria exige hacerlo a partir del próximo curso si quieren renovar el concierto, aparándose en la normativa vigente. «Plantean empezar en primero de Primaria el curso 2023-2024 e ir subiendo un curso cada año, pero manteniendo una serie de años los cursos que todavía separan a los alumnos. Lo consultamos con la Abogacía de la Comunidad y les hemos dicho que eso no es posible», según ha explicado el director general de Planificació, Ordenació i Centres del Govern, Antoni Morante.
También han confirmado esta intención ante la prensa desde la patronal Escola Catòlica y el sindicato USO Illes Balears al salir este viernes de la Comissió de Concerts Educatius de les Illes Balears. Los representantes del Aixa-Llaüt no han hecho declaraciones. El anuncio se ha producido en el marco de la reunión en la que se ha tratado la posibilidad de cerrar aulas en el sector concertado, como explicó este diario. De las 47 aulas de 18 centros que peligrarían, 29 corresponden, precisamente, a las del Aixa-Llaüt, que en caso de acatar la petición del Govern se mantendrían abiertas.
El resto de aulas están afectadas por la reducción de las tasas de natalidad implica una disminución de la población escolar en la etapa de Educación Infantil, un fenómeno que también se ha agravado tras la pandemia y las dificultades para encontrar vivienda porque incentiva que la gente tenga hijos más tarde. Morante ha señalado que entre el curso 2017-2018 y el 2022-2023 la concertada ha perdido más de 2.200 alumnos en la etapa de Infantil y Primaria. Aun así, ha insistido en que durante este periodo no se han reducido unidades, aunque que «esto implica que haya centros que incumplan con el mínimo de ratio, que está en 18».
Además, la Conselleria plantea rebajar de 25 a 22 alumnos la ratio máxima con el fin de quese puedan escolarizar de forma más homogénea entre centros, mientras los colegios con menos estudiantes puedan incorporar otros que se habrían matriculado en otro centro. Esta medida se negociará la semana que viene con las patronales y sindicatos.