El regreso del Acampallengua el 6 y el 7 de mayo, después de un parón de once años, consolida el retorno del activismo masivo a favor del catalán en Mallorca. El evento, organizado por Joves per la Llengua, y al que esperan que asistan unas 8.000 personas, se hará en Sa Pobla tras haber recuperado el Correllengua hace ahora justo un año. La ‘flama de la llengua', apagada desde 2013, volvió a encenderse para recorrer la isla y atrajo a unos 6.000 participantes. La entidad se animó a recuperar ambos acontecimientos tras el éxito del festival Treu la Llengua, celebrado en Bunyola en agosto de 2021, y al que acudieron unos 2.000 jóvenes.
«Nos vimos con la capacidad de hacer más; si hemos podido hacer el Correllengua, con toda la dificultad logística que implicó, también podremos con el Acampallengua», asegura Maria Llabrés, miembro de la comisión permanente de Joves per la Llengua. La activista recuerda que el Acampallengua se empezó a hacer en 1997 en Inca, y que se celebró casi cada año hasta 2012.
«Llegó a juntar a unas 15.000 personas, fue un hito muy destacable», señala. Su interrupción la achaca a que era difícil crecer más y al contexto político complicado de ese momento. Durante la ausencia de estos dos eventos masivos, la entidad se centró en hacer campañas de concienciación, pero la nueva hornada de miembros, que van de los 16 a los 23 años, también apuesta por recuperar el formato anterior.
Esto, además, coincide con la vuelta de Antònia Font a los escenarios tras diez años de silencio. La banda, que se estrenó el año pasado, será cabeza de cartel del Acampallengua, en el que también actuarán Mar Grimalt, Auxili, Plan-et y Antònia Found System. «Nos hacía mucha ilusión porque el hecho de cantar en catalán y juntar a tanta gente es muy importante», dice.
Llabrés también destaca la amplia oferta de actividades culturales, de reflexión y de deporte que se harán en el polideportivo pobler y en el centro Sa Congregació. La joven destaca que el Acampallengua no es solo un concierto, sino que es un encuentro multigeneracional que une a todos los catalanohablantes. «Una prueba de cómo es vivir plenamente en catalán», concluye.