Las mujeres de entre 46 y 66 años, los menores y las personas con conducta suicida son los perfiles que más preocupan al Teléfono de la Esperanza, según ha informado este lunes el portavoz del Teléfono de la Esperanza, Lino Salas, durante la presentación del 'Informe llamantes 2022 Teléfono de la Esperanza Baleares'.
En total, en 2022 han llamado 4.840 personas solicitando ayuda al Teléfono de la Esperanza. De ellos, 2.499 han sido mujeres, 204 menores y 175 personas con conductas suicida.
«Normalmente los llamantes no se quieren quitar la vida, quieren quitarse el sufrimiento. Normalmente cuando llaman es porque se han dado cuenta de que la opción que han elegido no es la correcta, que quitarse la vida no es la solución», ha explicado la orientadora del Teléfono de la Esperanza, Carmen Nadal.
Respecto a los menores, Salas ha apuntado que «el incremento ha sido muy importante», pasando de 24 llamadas en 2019, antes de la pandemia, a 204 en el 2022, y que sus principales motivos son la soledad por aislamiento o incomunicación, las conductas violentas, los embarazos prematuros o las conductas adictivas, como dejar de comer o la dependencia a las pantallas. De estos 204 menores, 175 fueron derivados a recursos específicos para esta franja de edad, algo que desde la asociación califican como «un éxito que 175 pidan y acepten la ayuda».
También han manifestado que una problemática que se está incrementando son las conductas violentas contra los progenitores, normalmente debida a un excesivo consentimiento o la falta de implicación de los progenitores en el ámbito educativo. Además, han indicado que este dato ha sido en 2022 especialmente alto porque los menores no suelen llamar al número, sino que suelen contactar por redes sociales. Si en esta franja de edad se incluye a los jóvenes, es decir, hasta los 25 años, el número de personas que han llamado a este número sube hasta los 492. Siendo 284 personas las demandantes de esta ayuda telefónica entre los 19 y 25 años.
En cuanto a llamadas relacionadas con la conducta suicida también ha habido un notable incremento, pasando de 40 llamadas sobre esta temática antes de la pandemia, en 2019, a 207 personas en el 2022. De estas 207 personas, 175 llamaron por ideación suicida, 20 por crisis suicidas y 12 llamaron durante un acto suicida en curso, siendo este último dato la cifra más alta de los últimos años. La media de las llamadas en los casos de temática suicida es de 25 minutos, 11 minutos más que la media de las llamadas, que son de 14 minutos.
La foto fija de las mujeres que llaman al Teléfono de la Esperanza, que son el 60 por ciento del total, es la de una mujer entre 46 y 76 años, que en el 63,1 por ciento de los casos está casada, separada o viuda, y que en el 65,5 por ciento padece algún problema psicológico o psiquiátrico. Los problemas que más verbalizan son la soledad, la ansiedad, la depresión, los problemas en la relación familiar y la violencia. En 2022 fueron 13 las llamadas de mujeres que expresaron que sufrían maltrato físico y psicológico.
La asociación ha informado de que, según la valoración de los orientadores, en 2022 un 65,5 por ciento de las demandas de ayuda han sido satisfechas, «lo que no significa que se hayan resuelto sus problemas pero sí se ha ayudado a darles otro enfoque y, sobre todo, se ha reducido el peso de su mochila emocional».
Asimismo, el 75 por ciento de las personas que han realizado una llamada ha expresado satisfacción por la actitud de escucha activa que han recibido. Salas también ha destacado como dato positivo que 11 personas están en estos momentos realizando el proceso de formación para poder ser voluntarios de la asociación, aunque ha manifestado que siguen necesitando voluntarios. Para poder ser voluntario la persona interesada debe realizar dos fases de formación, que tienen una duración aproximada de un año e incluyen 10 sesiones semanales en cada curso más prácticas formativas. Cabe recordar que el Teléfono de la Esperanza es gratuito y está disponible las 24 horas todos los días del año en el número 971 46 11 12.