El Consell de Mallorca será la primera institución pública de España que disponga de un piso temporal para acoger a víctimas de LGTIBfobia, según ha explicado este lunes Jan Gómez, representante de Ben Amics, la entidad que gestionará las acogidas. Esta vivienda forma parte del proyecto Aurora, una red de treinta pisos repartidos por toda la isla con el fin de dar una respuesta habitacional a las mujeres que sufren violencia machista. La iniciativa ya se había presentado pero ahora se ha anunciado que, además de destinar uno de los pisos al colectivo LGTBI, otro estará dedicado para casos de explotación sexual.
«Somos pioneros, como ya lo fuimos con la ley LGTIB de Balears de 2016», ha recordado Gómez, y ha asegurado que este piso servirá para reparar y no solamente acoger. El responsable ha comentado que hace unos meses los miembros de la entidad acogieron en un domicilio particular a una mujer lesbiana mayor de edad que su familia dejó en la calle después de saber su orientación sexual. Lo supieron invadiendo su intimidad al entrar en su móvil personal y viendo una foto en la que se besaba con su pareja.
El conseller insular de Presidència, que gestiona el área de igualdad, Javier de Juan, ha explicado que a partir del 1 de abril ya habrá seis pisos disponibles y que para octubre se incorporarán otros 15. Se hará de manera progresiva, en función de la demanda, pero si es necesario a final de año podrán tener los treinta. Los 30 pisos del proyecto Aurora equivalen a 60 plazas de acogida, que se suman a las 41 que ya tiene el casal Ariadna, también del Consell.
Se proporciona así «una segunda etapa residencial en la que las mujeres tendrán más seguridad, porque las viviendas están repartidas por toda la isla, y tendrán una atención más especializada y la oportunidad de llevar una vida más digna», según De Juan. La directora del programa Aurora y coordinadora de Intress, Rosalía Roquero, ha explicado que se les ofrece alojamiento y cobertura de necesidades básicas, un espacio seguro con ubicación confidencial y en coordinación con la policía, y una atención semipresencial, porque además del teléfono de atención disponible 24 horas los profesionales de Intress se irán desplazando a los municipios para atender a las víctimas.