Globalia, principal grupo turístico en España durante años, se ha reducido a la mínima expresión, tras el acuerdo alcanzado este jueves para la adquisición de su división aérea, Air Europa, por parte de IAG, matriz de Iberia y Vueling, entre otras aerolíneas, y la anterior venta a Barceló de su división de viajes. Con estas dos operaciones, Globalia se queda con divisiones de menor peso como la hotelera (Be Live Hotels) o la de servicios de asistencia en tierra (Groundforce) que, entre ambas representaban antes de la pandemia menos del 10 % de los ingresos del grupo. En 2019, antes de la crisis sanitaria, Globalia registró una cifra de negocio de 4.183 millones de euros, de los que a la división aérea correspondieron 2.235.382 millones; a la minorista, 1.129 millones; a la mayorista 480 millones; a la hotelera, 134,7 millones (un 3 % del total), y a la de handling y otras, 204,5 millones (un 5 % del total).
El beneficio neto consolidado ascendió aquel año a 26,2 millones de euros, una bajada frente a los 48,7 millones de 2018, para desplomarse en 2020 por la pandemia y registrara unas pérdidas de más de 389 millones. El grupo, fundado por el empresario salamantino Juan José Hidalgo, tiene sus raíces en el traslado de emigrantes españoles desde Suiza y Alemania a España y viceversa en la década de los 60 y la apertura de la primera agencia de viajes (Halcón Viajes) a principios de los 70.
Posteriormente, en los años 80, Hidalgo creó el turoperador Travelplan y, en 1991, adquirió una participación mayoritaria en Air Europa, entonces de capital inglés, que operaba vuelos chárter, mercado que la aerolínea abandonó dos años más tarde, para empezar a ofrecer servicios regulares nacionales y, a partir de 1995, internacionales. En 1998, ya con decenas de sucursales minoristas, Hidalgo agrupó sus empresas en el holding Globalia Corporación Empresarial, al que más tarde se sumó la cadena Be Live Hotels y la división de asistencia aeroportuaria, Groundforce. En septiembre de 2016, Javier Hidalgo, hijo del fundador, tomó las riendas de la compañía como consejero delegado, mientras su padre permanecía como presidente ejecutivo del grupo.
Empieza el troceo de Globalia
El 4 de noviembre de 2019, Globalia firmó un contrato de compraventa del 100 % de Air Europa con IAG por 1.000 millones de euros modificado, debido a la pandemia, en enero de 2021, reduciéndose el precio de la adquisición hasta 500 millones y que, finalmente, se convirtió ayer en definitivo. También en 2019, Globalia suscribió un acuerdo con Barceló Corporación para la integración de los negocios minorista y mayorista de ambas compañías en una sociedad conjunta, operación que aprobada por la CNMV en mayo de 2020. No obstante, debido a la covid-19, ambas partes se dieron un tiempo para volver a analizar la viabilidad de la operación.
Finalmente, la aprobación por parte del Gobierno de un préstamo de 320 millones de euros dentro del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas en 2021 (soportado por garantías de ambos grupos) aceleró la fusión entre el negocio de viajes de Globalia y el de Barceló (Ávoris). La nueva empresa, en la que Barceló tenía un 50,5 % del capital y Globalia, el 49,5 % restante, pasó a denominarse Ávoris Corporación Empresarial, convirtiéndose en un grupo líder en tour operación, minorista, receptivo y banco de camas, entre otros negocios. En octubre de 2022, una vez concluido el proceso de fusión, el grupo Barceló llegó a un acuerdo con Globalia, para adquirir su participación del 49,5 % en Ávoris Corporación Empresarial, por lo que pasó a tener el 100 % de la sociedad y convertirse en su único accionista.
2019 fue, por lo tanto, el año clave para el comienzo de la caída del imperio construido durante décadas por el empresario salamantino y que la pandemia ha alargado hasta ahora. No obstante, para que concluya definitivamente puede pasar aún un año y medio, dado que la compra de Air Europa por IAG está sujeta a aprobaciones regulatorias y de otro tipo