Un total de 23.913 aves de 72 especies diferentes están pasando el invierno en los humedales de Baleares, según el 'International Waterbird Census' que coordina Wetlands International, ha informado este jueves el Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB) a través de un comunicado. Este número «rompe una tendencia positiva» que se venía dando en los últimos años, bajando en Mallorca, pero aumentando en el resto de islas. Las ubicaciones con mayores bajadas han sido las zonas del norte de Mallorca como s'Albufera, s'Albufereta y Maristany, y s'Albufera de Es Grau, en Menorca, esta última con disminuciones del 80 por ciento en solo cuatro años.
El censo se ha hecho sobre anátidas, garzas y limícolas, así como otras especies que viven en las zonas húmedas, como soterines, algunas rapaces y algunas especies de gaviotas. Por islas, en Mallorca se han visitado 36 zonas; en Menorca, 15 y en las Pitiusas, 16, y la zona con mayor número de ejemplares ha sido el Parque Natural de la Albufera de Mallorca, con 8.868 ejemplares y 57 especies, que representan casi el 80 por ciento de las especies vistas en todo el territorio balear. En Mallorca han destacado también el Parque Natural de Es Trenc-Salobrar, en Campos, con 2.145 ejemplares y la Reserva Natural de s'Albufereta, en Pollença, con 1.722.
En Menorca han sido especialmente importantes las zonas de Lluriac y Es Prat con 686 ejemplares y el Parque Natural de la Albufera de Es Grau, con 465 aves censadas. Por su parte, en Pitiusas, las zonas más destacadas han sido las Salinas de Es Codolar, con 1.019 ejemplares y el Estany Pudent de Formentera con 228. Las especies con mayor número de ejemplares censados han sido los 'esplugabous' (Bubulcus ibis), los 'cullerots' (Spatula clypeata), los 'coll verd' (Anas platyrhynchos) y las celdas rosas (Anas crecca).
Además, el GOB ha subrayado que siguen aumentando los ejemplares de ibis negro (Plegadis falcinellus), contabilizándose 66 este año, y ha destacado la importancia de los 39 ejemplares de Rosseta (Marmaronetta angustrirostris) presentes en Mallorca, una especie amenazada globalmente y que se va recuperando en Baleares, así como las 12 pardes ánera (Aythya nyroca) también en peligro. En la parte contraria, se ha contabilizado la caída constante de 'fotges' (Fulica atra), que han reducido su número a menos de la mitad desde 2020, una especie que es una gran bioindicadora de la calidad del agua dulce.