Accidentes laborales, problemas de movilidad y quejas diarias. Así es el día a día en el Hospital Psiquiátrico de Palma desde que comenzaron las obras el pasado verano del futuro Parc Sanitari Bons Aires, que conectará con el Parc de sa Riera. Hasta la fecha se han producido más de 20 accidentes laborales, los trabajadores aseguran que se ven obligados a trabajar entre escombros y desplazarse entre los diferentes módulos se ha convertido en deporte de riesgo. El caos se ha adueñado de esta infraestructura sanitaria.
Para muestra, un botón. El pasado 25 de enero un miembro de personal administrativo sufrió una caída en el camino de entrada a las oficinas. ¿El resultado? Rotura de tibia y peroné; hospitalización y una operación que le ha dejado placas y tornillos en la pierna. El traslado de la trabajadora fue caótico, ya que la ambulancia no era capaz de entrar en las instalaciones del hospital. En estos momentos, el caso está en manos del abogado Julián Timoner, que está estudiando si llevar la denuncia por la vía penal o una demanda en lo social.
«Mala señalización, iluminación inexistente, suelos levantados y obstáculos de todo tipo. La seguridad en el Psiquiátrico, en estos momentos, no esta garantizada», asegura Juan Carlos Beluga, enfermero y delegado sindical de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras En este sentido, se muestra muy crítico con el gerente del Hospital Universitario Son Espases, Josep Pomar, al punto de afirmas que «está faltando al respeto a los trabajadores y usuarios de este centro hospitalario y demuestra su incompetencia en el control de las obras».
Además, Beluga denuncia la falta de comunicación con el IB-Salut, que ha hecho oídos sordos a las decenas de comunicaciones de riesgo de los sindicatos. «Las obras en el complejo hospitalario están afectando a las condiciones de los trabajadores, hay una falta total de diligencia de los responsables», ha apostillado el sindicalista, al tiempo que ha recordado que «más de un responsable debería entrar a trabajar en el mismo turno que muchos empleados del Psiquiátrico para desplazarse a según qué horas, sin luz, con miedo a caerse y con la linterna del móvil como única ayuda», finaliza.
Desde los sindicatos alertan también de los problemas para que entren en las instalaciones las furgonetas de reparto y las ambulancias; sin olvidar la falta de un plan de evacuación actualizado conforme avanzan las obras en el Psiquiátrico