Consolidada la ley LGTBI balear 8/2016, siete años después, el Govern estudia dar «un paso más allá» con el que será, si se aprueba, el primer protocolo de España para la asistencia de personas intersexuales. Actualmente se encuentra en fase de elaboración y se prevé sacar a debate en las próximas semanas. El proyecto, pionero del Estado, pretende regularizar una realidad aún hoy silenciosa y silenciada. Desde 2016, con la ley LGTBI, Baleares prohibió las llamadas «reasignaciones genitales». Cuando nacía una persona con órganos reproductivos o sexuales que no se ajustaban a lo tradicionalmente considerado «masculino» o «femenino», la elección del sexo recaía sobre los sanitarios o los padres. Ahora se respeta por imperativo legal la condición de estas personas hasta que son mayores de edad, con capacidad para decidir por sí mismas. En los años en los que lleva en vigor la ley, algunos padres, dispuestos a realizar la cirugía cuanto antes, han llegado a judicializar el proceso, perdiendo todos ellos el caso.
El proyecto
La propuesta balear pasa por la creación de programas de atención sanitaria y psico-social, destinadas a la persona intersexual y a su familia, así como por hacer pedagogía para visibilizar entre la sociedad una realidad, que afecta según la ONU al 1,7 % de la población (en Baleares serían todos los habitantes de Alcúdia, unas 20.000 personas).
Los encargados de la elaboración del proyecto han tratado de contar con el testimonio de personas intersexuales de las Islas para conocer sus necesidades y requerimientos. Sin embargo, aseguran fuentes del Govern, «ha sido imposible», debido al gran estigma que rodea la intersexualidad. Muchos padres, avergonzados, nunca se lo comunican a sus hijos y, de hacerlo, es un tema del que no se suele hablar. Sí se ha contado con aportaciones de activistas nacionales, como Gabriel Jota Martín, quien nació y se le operó como Patricia, pero mantuvo de mayor un desarrollo físico y mental de un hombre.