La candidata a liderar Ciudadanos Patricia Guasp, coordinadora de Baleares de la formación, acusa a Edmundo Bal de presentar su candidatura por «ambición personal», después de que el vicesecretario general haya trasladado su intención de presentarse a las primarias para candidato a las elecciones generales si su lista sale victoriosa en la Asamblea Extraordinaria de mediados de enero. «Es el caso del vicepresidente que quiere ser presidente del partido», dice Guasp, que subraya que su objetivo es «más personalista».
Guasp encabeza 'Renace tu partido', la lista aupada por la actual presidenta de la formación naranja, Inés Arrimadas, y se postula para el cargo de portavoz. Bajo el modelo bicéfalo propuesto, que tendrá que ser ratificado en la cita del 14 y el 15 de enero, las patas orgánica y política del partido quedarán separadas, por lo que necesita un compañero de fórmula. Se presenta junto al portavoz de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, que opta al puesto de secretario general. La dupla compite contra 'Ciudadanos de nuevo', la candidatura que encabeza Bal, para portavoz político, acompañado del concejal madrileño Santiago Saura, que opta a la Secretaría General, después de que las negociaciones para armar una lista de unidad entre las dos facciones del partido resultantes del choque entre Bal y Arrimadas hayan fracasado. Hay una tercera lista en liza, 'La base del cambio', promovida por el afiliado Marcos Morales para portavoz y la concejal del Ayuntamiento de El Álamo (Madrid) Laura Alves para secretaria general. «Bal fue quien se salió de la lista de consenso, en la que iba en cabeza», indica Guasp en una entrevista concedida a Europa Press, donde remarca que al también portavoz adjunto en el Congreso «sólo le mueve el ser candidato a la Presidencia de España», algo que le causa una «profunda decepción» como afiliada, cargo y candidata a primarias.
La coordinadora 'naranja' en Baleares, que hace hincapié en que la lista que capitanea es «la que suma y la de consenso», insiste en que el momento que vive Ciudadanos actualmente es «crucial» para su futuro, por lo que el foco tiene que ponerse en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, su «punto de partido». «Nos estamos jugando el todo por el todo, el ser o no ser de Ciudadanos», advierte, por lo que para ella no cabe por el momento pensar en las elecciones generales. «Ahora demuestra perfectamente cuál era su objetivo, cuál es su objetivo, que no es lo que necesitamos, que no es cambiar el modelo de nuestro partido y no es una lista renovada», lamenta. Aunque sus compañeros lo vieron venir: «Ya intuíamos que él, que está en el Congreso, que no está en un territorio, que su lista no es transversal como la nuestra, que su objetivo era más personalista que el cambiar las cosas a mejor en nuestro partido», dice. Así las cosas, ella hubiera preferido que Bal no se presentara a las primarias de enero y avisa de que en el nuevo Ciudadanos ya no caben «los presidencialismos». «Los afiliados han hablado, nos han pedido un partido más abierto, alejado de los cesarismos y que el foco lo debemos poner en las elecciones de mayo y no en unas futuribles elecciones generales», insiste.
MANO TENDIDA
Aún así, la lista que encabeza --que ha logrado el doble de avales que la rival-- aún tiene la «mano tendida» a los que califica de «compañeros». Explica que en la candidatura que encabeza hay tres vacantes que, si resulta vencedora, podrían incluir a miembros de la lista de Bal. Guasp «ruega» a la candidatura de Bal que recapacite. «Que piensen en nuestros cargos que se lo juegan todo en mayo», pide. Las dos listas se han lanzado reproches mutuos a cuenta de la novedad o no de las caras que las integran. Guasp recalca en la entrevista concedida a Europa Press que la de Bal tiene miembros de la actual dirección, en alusión a la diputada Sara Giménez. Mientras, el vicesecretario general y su equipo acusan a la dupla Guasp-Vázquez de ser marionetas de Arrimadas, que figura en una simbólica última posición. Sí está previsto mantenerla como portavoz en el Congreso. Guasp rechaza las críticas y las tilda de «falta de respeto». «Porque ellos vayan diciendo que es oficialista no va a ser oficialista o continuista», explica, recalcando que «salta a la vista que no es así». «Ni yo ni Adrián Vázquez somos peleles ni títeres, tenemos un modelo propio», zanja.
La cabeza de lista de 'Renace tu partido' promete que, de salir vencedora, el equipo dará voz a la gente de los territorios y que cambiará «por completo» el partido. «Dar un giro de 180 grados al partido», matiza, comprometiéndose a hacerlo en los primeros 45 días de mandato. En definitiva, se busca «reconectar con los afiliados y los votantes» honrando el proceso de refundación puesto en marcha tras la serie de debacles electorales. Guasp formó parte del equipo que lideró estos trabajos de renovación y da crédito al proceso. «Ver que la otra candidatura (la de Bal) no iba a respetar esos trabajos de la afiliación nos animó a tomar la decisión (de presentar su candidatura)», explica. Respecto a las circunstancias que han llevado a Ciudadanos a su precaria situación actual, Guasp admite que uno de los «grandes errores» fue inclinarse casi invariablemente hacia el PP y cerrar pactos de gobierno con los 'populares'. Rechaza sin embargo que el nuevo Ciudadanos sea «subalterno» de otros partidos, como el PP y el PSOE, y aboga por imponer su «agenda reformista» y «temas propios». «Yo no estoy aquí para moderar al PP y al PSOE», avisa. Por ello, ha trasladado su intención de permitir a los cargos territoriales electos de Ciudadanos determinar sus propios pactos de gobierno tras las elecciones municipales, subrayando que «las únicas líneas rojas serán el programa electoral». No se cierran, por tanto, a alcanzar pactos con el PSOE. Pero a nivel nacional es diferente y la candidata no ve con buenos ojos al presidente, Pedro Sánchez. Guasp incide en que es «francamente imposible» llegar a algún acuerdo con el jefe del Ejecutivo, aunque no «por falta de voluntad» de los de Arrimadas, sino por sus decisiones políticas. «Está dinamitando las instituciones, poniendo en jaque al Estado de Derecho y no lo podemos permitir desde un partido de centro, liberal y constitucionalista», remacha.