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Los precios crecieron más del doble que los salarios en Baleares durante el año pasado

Los sindicatos abogan por una subida salarial media de al menos el 10 % para contrarrestar la inflación de los últimos dos años

Una camarera de pisos haciendo la cama en un hotel. | M. À. Cañellas

| Palma |

Las tímidas subidas salariales de 2022 no han podido seguir el ritmo de una inflación desbocada que llegó a situar el Índice de Precios al Consumo (IPC) en un incremento interanual de dos dígitos en los meses de verano. Con el debate sobre la subida salarial sobre la mesa desde hace meses, los datos disponibles confirman que la inflación creció más del doble que los sueldos en el año que acaba de expirar.

El IPC en las Islas se situó en el 6,3 % el pasado mes de noviembre, cinco décimas por debajo de la media estatal. El incremento de la alimentación llegó al 13,4 %. Mientras, la subida media de los salarios va a terminar por debajo del 3 %: la última estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social sitúa la subida media en un 2,6 %, fruto de ocho convenios sectoriales que afectaron a unos 45.000 trabajadores.

Asimismo, el avance del IPC en diciembre indica una subida a nivel nacional del 5,8%, lo cual debe servir de referencia para subir los sueldos de trabajadores cuyos convenios contemplan una revisión salarial por la evolución de este indicador. No obstante, eso no implica que vayan a experimentar una subida equivalente. Además, la inflación subyacente (que excluye los precios de la energía y la alimentación) llega al 6,9 %, lo que ya delata que la inflación va a persistir en 2023.

Los sindicatos en Baleares aseguran que van a mantener una postura férrea en las negociaciones con las patronales y que el aumento salarial que van a exigir va a ser de dos dígitos, es decir de un mínimo de un 10 %. De esta manera, alegan, se podría compensar no solo la subida del IPC de este año, sino la que se arrastraba ya desde antes de la guerra de Ucrania (en diciembre de 2021 ya estaba en un 6,5 % de subida interanual) y que ya venía provocando un paulatina pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias.

«Cuando hablamos de subidas en los convenios sectoriales, para tres o cuatro años vista, entendemos que los incrementos salariales deberían ser de dos dígitos, porque al empezar 2022 ya veníamos de una situación muy complicada», afirma el secretario general de CCOO en Baleares, José Luis García.

Peores datos en las Islas

Máxime, recalca, cuando la situación en el Archipiélago es más apremiante si cabe que en otras comunidades autónomas, teniendo en cuenta el desorbitado encarecimiento de la vida en general y de la vivienda en particular. «Es mucho más caro vivir aquí en cuanto a alimentación, ropa... Y el precio de la vivienda es estratosféricamente superior». Paralelamente, el salario bruto medio de Baleares en 2021, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se situó en 2.073 euros al mes, por debajo de la media nacional, de 2.086 euros, y lejos de la media más alta, la del País Vasco, con 2.453 euros.

Por otra parte, los datos de la Contabilidad Regional de España sitúa a Baleares entre las comunidades autónomas con un PIB per cápita inferior a la media nacional: la marca de las Islas es de 24.866 euros, más de 600 euros por debajo de la media nacional, de 25.498 euros por habitante. Con todo, los portavoces sindicales destacan al menos una diferencia positiva en las Islas en relación al resto del panorama estatal: una mayor apertura de las patronales a la negociación.

«Estamos viendo que por lo menos las patronales de aquí están dispuestas a sentarse y negociar y algunos de ellos ya han dicho públicamente que están de acuerdo en subir los salarios», señala el secretario general de UGT en Baleares, Lorenzo Navarro. En ese sentido, el portavoz sindical reclama una actitud similar a las grandes patronales estatales, CEOE y Cepyme, a las que se les sigue reprochando que se levantaran de la mesa de negociación este año.

Asimismo, los acuerdos no pueden ceñirse únicamente a cuestiones cuantitativas, mantiene Navarro. «Esperamos poder llegar a acuerdos no solo en el ámbito salarial, sino también en otros planos como el de la carga de trabajo: no puede volver a pasar lo que ha pasado este verano con trabajadores teniendo que doblar turnos cada día». Al hilo de esta reflexión, Navarro celebra que el buen tiempo haya permitido alargar la temporada, «pero hay que revisar las cargas de trabajo». El frente de batalla más inmediato: el del convenio de hostelería, donde la patronal va a pelear por una subida salarial por debajo del 10 %.

El apunte

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La Asociación de Estaciones de Servicio de Balears (AESBA) estima que la inmensa mayoría de los usuarios aprovechó para llenar el depósito en los últimos días del año, especialmente los días 30 y 31, donde pudieron constatar importantes repuntes del consumo a determinadas horas y puntos de las Islas. Esas jornadas dejaron imágenes como las de algunos usuarios que aprovecharon incluso para llenar garrafas, justo antes del punto y final a la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante que el Gobierno central venía aplicando desde el pasado mes de abril.

Dado que el avituallamiento, ha sido generalizado y prácticamente total, se vaticinan unos primeros días de año muy tranquilos para las estaciones de servicio. «Esperamos tranquilidad para esta semana. La gente aprovechó hasta el último momento para llenar el depósito tanto si iba vacío como si le cabían solo diez litros. Gente con garrafas...», explica el presidente de AESBA, Joan Mayans.

Punto de vista
Josep Pons Fraga

Vivir en Balears es más caro

Josep Pons Fraga

La inflación, que castiga a los ciudadanos y las empresas, es el gran enemigo a batir. El encarecimiento de la cesta de la compra y la energía empobrece a las familias e incrementa las situaciones de precariedad y vulnerabilidad. Y, al mismo tiempo, reduce los resultados empresariales, afecta al empleo y la capacidad de compra y consumo. Todo ello se agrava en Balears porque, al ser una región insular, soportamos unos sobrecostes que no compensan ni el Régimen Especial ni el Estado. Vivir en unas islas no puede convertirse en un castigo.

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