La epidemia de bronquiolitis en niños ya ha comenzado a invadir los hospitales de Mallorca. Tras unos años en los que la COVID-19 había eclipsado al resto de virus respiratorios, este 2022 se ha suscitado cierta alarma y preocupación por el elevado número de casos. Ante este escenario cabe preguntarse si estamos ante una situación inédita o si lo que ocurre es que no recordamos lo que sucedía antes de la pandemia de coronavirus.
El jefe del servicio de Pediatría del hospital de Son Espases, Joan Figuerola -avalado por su amplia trayectoria profesional- ha explicado que no es la primera vez que se produce esta explosión del Virus Respiratorio Sincitial (VRS). «Hay años con mucha incidencia y otros más tranquilos», ha manifestado. En este punto, ha destacado que «la pandemia cambió la forma en la que se presenta la bronquiolitis en cuanto a estacionalidad». Así, «este año ha sido extraño porque durante todo el verano ha habido muchos virus».
Preguntado por si la COVID-19 pudo desplazar al VRS, Figuerola ha respondido que podría ser una de las causas, pero ha insistido en que no hay certeza de ello. En relación a este asunto, el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha declarado que «los virus de la gripe y de la bronquiolitis se vieron desplazados por el SARS-CoV-2. Este año, al no entrar nuevas variantes y con el descenso del número de casos gracias con la vacunación, coexisten los virus de la gripe, de la COVID-19 y del VRS». Aunque es cierto que coexisten los distintos virus, ha matizado que «dependiendo de la capacidad de transmisión de cada cual, se presentan unas ondas u otras».
March ha recordado que «llevamos un largo otoño de infecciones respiratorias, que empezaron a verse en verano; uno de los factores fue el fin de la obligatoriedad de las mascarillas. Los primeros casos de bronquiolitis por VRS se empezaron a atender en el mes de julio. Sin embargo, en la época anterior a la COVID, la epidemia de bronquiolitis se iniciaba a finales de octubre-noviembre». A su modo de ver, la «mayor inquietud es que no sabemos cuándo se va a alcanzar el pico máximo de bronquiolitis, ni si la gravedad de los casos será mayor que en otras temporadas; o durante cuántos meses confluirá esta epidemia con la infección de otros virus epidémicos, como la gripe, y ya endémicos, como la COVID.