El Consell de Mallorca quiere prohibir la extracción, el transplante, el comercio y la posesión de ejemplares arrancados de olivos centenarios de la Serra de Tramunana. Se excluiría la venta o transacción ligada a la transferencia de la propiedad del terreno siempre que estos árboles estén en el mismo lugar. Esto, además, se haría extensible a los olivares que, en su conjunto, sean catalogados como monumentales por su longeva edad, dimensiones, condiciones históricas y culturales. Así lo establece el borrador de la ley de la Serra elaborado por el Departament de Territori, encabezado por la consellera insular Maria Antònia Garcías. La normativa todavía tiene que ser enviada, admitida y aprobada por el Parlament.
Para proteger estos árboles, también se prohibiría instalar carteles u otros elementos que «distorsionen» la estética, exceptuando los que tengan una finalidad didáctica o divulgativa ligada a la conservación o promoción de los olivos monumentales. En todo caso, tendrán que tener un mínimo impacto visual. La futura ley pretende impedir que se modifique significativamente el paisaje agrario de los olivares destacados. Tampoco se podrán deteriorar los elementos patrimoniales relacionados con la actividad agraria tradicional sin la autorización de la Comissió Tècnica per a la Protecció de les Oliveres i els Oliverars Monumentals, que se creará expresamente. Asimismo, los propietarios de estos árboles no podrán impedir el acceso de los técnicos y personal ambiental acreditado para comprobar su estado.
Ayuda especial
El Consorci Serra de Tramuntana, ya existente, deberá crear una línea de ayudas a los propietarios y payeses que con su actividad agrícula aseguren la pervivencia de los olivares mediante la mejora y la conservación de estos espacios catalogados como monumentales. La replantación se tendrá que hacer con olivos de variedades locales o establecidas por la normativa de producción de denominación de origen.