«A lo mejor nos hemos avanzado un poco», reconocía este lunes la consellera de Salut, Patricia Gómez, con la puesta en marcha del plan piloto de telemedicina que empezó a aplicarse en las consultas de cardiología del Hospital de Inca y que, una semana después, se suspendió por el revuelo causado entre pacientes y profesionales.
En estos momentos, «trabajamos con el coordinador autonómico, el doctor Peral, cardiólogo y jefe de servicio del hospital, para poder dar una respuesta», añadió. Para el responsable de cirugía cardiaca de Son Espases, el doctor José Sáez de Ibarra, «la telemedicina es un legado positivo de la COVID» pero depende de cómo se aplica.
«Una primera consulta debería ser siempre presencial porque hay que ver y tocar al paciente, sino puede escaparse un soplo cardiaco u otras patologías. Es diferente en los seguimientos».